Reunión de la Mesa del Parlament este martesParlament

Cataluña

El Parlament habilita el mes de agosto a la espera de si hay un candidato para la investidura

  • Si finalmente hay un acuerdo entre partidos, es podrá convocar un pleno a las 48 horas

  • La fecha límite es el 26 de agosto

Teniendo en cuenta que las negociaciones para que algún candidato tenga opciones de ser investido presidente de la Generalitat van a ser muy arduas e irán para largo, la Mesa del Parlament ha activado el mecanismo para convocar un pleno de investidura durante el mes de agosto, si es que es necesario. Aunque no será hasta la próxima reunión de este organismo, la próxima semana, que se decida si se habilita formalmente agosto o si se permite que sea la Diputación Permanente la que convoque el pleno.

Y a todo eso hay que añadir cómo puede afectar esta decisión a los trabajadores del Parlament. En cualquier caso, si finalmente hay un candidato a la investidura, se podrá convocar un pleno 48 horas después de que se haya concretado el acuerdo. De momento, este miércoles ya se pone en marcha el mecanismo para la cuenta atrás de la investidura. Como no hay candidato, el presidente del Parlament, Josep Rull, ha convocado un acto equivalente, que será el inicio de esa cuenta atrás de dos meses.

Este pleno lo abrirá el mismo Rull leyendo la resolución que formaliza ese acto equivalente. Posteriormente, intervendrán los grupos parlamentarios durante cinco minutos, por orden de menor a mayor. Precisamente en la reunión de la Mesa de este martes se ha tratado sobre la composición de estos grupos. La CUP, finalmente, formará parte del Grupo Mixto porque no cuenta con los apoyos suficientes para tener un grupo parlamentario propio. Eso sí, puede formar un subgrupo, algo que no será posible en el caso de Aliança Catalana, también en el mixto, al quedarse con dos diputados, cuando el mínimo son tres.

Dos candidatos

De momento, a corto plazo, no parece que vaya a ver movimientos. Dos son los candidatos que han mostrado su disposición a optar a la investidura, aunque ambos han pedido tiempo para conseguir los apoyos necesarios. En el caso del socialista Salvador Illa apuesta por un tripartito con Comunes y ERC.

El problema para él es que los republicanos, tras la estrepitosa caída en las pasadas elecciones autonómicas, van a vender muy caro el voto de sus 20 diputados. Lo «mínimo» que pide la negociadora de ERC, Marta Rovira, es la financiación «singular» para Cataluña, o lo que es lo mismo, un sistema de concierto como el del País Vasco y Navarra.

En el caso de Junts juegan con otros tiempos, porque están a la espera de la aplicación de la ley de amnistía, y cómo puede afectar a su líder, a Carles Puigdemont. Por este motivo, han dejado abierta la fecha en la que pueda volver a España. Aun así, las posibilidades de que el expresidente de la Generalitat pueda repetir en el cargo son más remotas, porque, además de los votos de los diputados independentistas, necesitaría la abstención del PSC.