Rueda de prensa de la Asamblea Nacional Catalana, liderada por Lluís LlachANC

Política

El plan de Lluís Llach para revivir la ANC: servir de ‘escudo humano’ a Puigdemont

El cantautor convoca su primera manifestación como presidente de la entidad e insiste en su intención de acompañar al expresidente si cruza la frontera

Lluís Llach quiere obrar el milagro: como un taumaturgo político, el cantautor pretende devolver a la vida el cadáver de la ANC. Lejos quedan los días del procès en los que ni en ERC ni en Convergència –después PDeCAT y hoy Junts– se pensaba en actuar al margen de lo que dictara la Asamblea Nacional Catalana, que marcaba el paso a los políticos a fuerza de manifestaciones kilométricas, vías catalanas y cadenas humanas.

De un tiempo a esta parte, no obstante, la ANC parecía muerta y enterrada, o cuanto menos moribunda. Una situación que Llach –cantautor, ex diputado de Junts Pel Sí y flamante nuevo presidente de la entidad– se ha propuesto revertir para devolver a la organización al fango de la pugna independentista.

Su plan para hacerlo tiene dos vectores: por abajo, reinflamar a unas bases cansadas tras años de procès infructuoso; por arriba, aumentar la temperatura en la presión a los partidos independentistas con la amenaza de movilizaciones. Llach, elegido presidente de la ANC a principios de junio, ha puesto en marcha ya ambas vías.

«Reactivémonos»

Este miércoles, Llach y el coordinador de la Comisión de Acciones en el Territorio de la ANC, Jordi Pesarrodona, realizaron en Vilanova i la Geltrú el primero de casi una decena de «encuentros participativos con el independentismo» que tienen previsto celebrar a lo largo del mes de julio en varios municipios de Cataluña.

Según datos ofrecidos por la propia entidad, en 2022 la ANC contaba con más de 96.000 miembros, de los cuales algo menos de la mitad pagaban la cuota. Bajo el lema «Reactivémonos», Llach y Pesarrodona dedicarán el verano a encontrarse con ellos para –dicen– «fortalecer de nuevo la musculatura del independentismo y la Asamblea» y «animar a las bases para un nuevo embate».

En lo referente a la influencia sobre los partidos, Llach también ha movido ya ficha. Aunque este miércoles amenazaba a Junts, ERC y PSC con convocar manifestaciones en su contra si apoyaban de forma directa o indirecta una investidura del socialista Salvador Illa, apenas unas horas más tarde subía su apuesta convocando una primera movilización en Barcelona.

Será el próximo sábado 13 de julio, a las 17h, y tiene como objetivo protestar contra «el golpe de estado de los jueces españoles», en relación a la decisión del Tribunal Supremo de no levantar la orden de detención nacional contra Carles Puigdemont ni la inhabilitación a Oriol Junqueras o Jordi Turull.

También quieren “denunciar el apoyo que han dado a la amnistía de los policías, que es una inmoralidad", según Elisenda Romeu, coordinadora de la comisión de Movilización de la ANC.

Apuesta por Puigdemont

A falta de ver el próximo sábado qué poder real de convocatoria tiene esta ANC en proceso de renovación, Llach ya ha dejado clara una cosa: su apuesta es el plan Puigdemont, un líder que, a su juicio, merece «el reconocimiento del pueblo catalán por sus años de exilio y por su trabajo de proyección internacional» del conflicto independentista.

En sus dos declaraciones de esta semana, la ANC de Llach ha esbozado su propuesta para el posible retorno de Puigdemont. El expresidente ha insistido una y otra vez que volverá a Cataluña cuando se convoque un pleno de investidura –tiempos que controla gracias a contar con Josep Rull en la presidencia del Parlament–, pero la decisión del Supremo supone un torpedo a su plan, ya que el líder de Junts esperaba que para entonces ya se le hubiese aplicado la amnistía.

Carles Puigdemont, en una imagen de archivoEFE

Frente a ello, Llach adelanta un plan B: ejercer de escudos humanos del expresidente. En concreto, en una declaración política publicada este miércoles la entidad llama a los independentistas a «convertirse en defensa popular de su integridad si el poder judicial español intenta arrestarlo».

Esto puede ocurrir haciendo del Parlament una trinchera –en línea con la opción que planteaba el propio Rull hace unos días– o en la propia frontera. Este jueves, Llach reiteraba que quieren acompañarlo si decide regresar a Cataluña, algo para lo que desde la ANC consideran que deben «estar preparados».