«El verano es divino»: las iglesias catalanas buscan enamorar a los visitantes a través de la música

«Pocas cosas se acercan tanto a la divinidad como la música», asegura el texto introductorio de la campaña L’estiu és diví («el verano es divino»), un nuevo esfuerzo de los obispos catalanes para acercar el patrimonio religioso de la comunidad a nuevos públicos. La campaña se vehicula este año en torno a un viaje por la historia de la música, desde la Edad Media hasta nuestros días.

L’estiu és diví es una iniciativa de Catalonia Sacra, un proyecto conjunto de las diez diócesis con sede en Cataluña que nació en 2012 y que lleva un par de años celebrándose. «La repercusión en el territorio es difícil de medir, pero los templos nos han dicho que ha tenido muy buena acogida», celebra el responsable de la red de iglesias de Catalonia Sacra, Guillem Mercadal.

La edición de este año cuenta con dos novedades. La primera es que tuvo como pistoletazo de salida la primera Noche de las Iglesias en Cataluña: cinco templos abrieron sus puertas el pasado viernes 28 de junio para ofrecer a los visitantes una experiencia única, en silencio y a la luz de las velas.

«La afluencia de gente fue espectacular», comenta Mercadal, que ya augura que el evento se repetirá en años sucesivos.

Historia de la música

La segunda novedad es el ya citado tema de la campaña, la historia de la música. Desde Catalonia Sacra han dividido las iglesias de la red en cinco etapas: la música medieval; el Renacimiento; el barroco; el clasicismo y romanticismo, y, por último, el siglo XX y las composiciones modernas.

El compositor y contratenor Jordi Domenech protagoniza una serie de vídeos pedagógicos en los que realiza una breve introducción a cada periodo, acompañado de organistas que ponen en práctica la teoría.

«Los vídeos están en la web, así como los distintos conciertos que hemos programado –el próximo, este domingo en el Santuario del Miracle– y, en el futuro, una lista de Spotify», apunta Mercadal.

Inquietudes de las iglesias

La red de Catalonia Sacra abarca desde grandes templos, como la Sagrada Familia o la Catedral de Barcelona, hasta otros menos conocidos, como el Monasterio de Santa Maria de l'Estany o la iglesia románica de Santa Maria de Mur.

«Las inquietudes que tienen unas y otras –explica Mercadal– son muy diferentes, porque las grandes no quieren que venga más gente, sino poder darles un buen servicio, mientras que las pequeñas sí quieren más visitantes».

¿Y las inquietudes de la propia Catalonia Sacra? «Ahora mismo hay un debate interesante sobre cómo hacer que visitar patrimonio sea atractivo para la gente joven», señala Mercadal. También quieren insistir en la diferencia entre las iglesias y otros edificios: «Una de las prioridades de Catalonia Sacra es explicar la razón de ser de las iglesias, porque no son meros monumentos, son comunidades vivas», apunta.

Para ello han preparado varios recursos, como un documento didáctico titulado Visitar una iglesia. Pautas para entenderlas y disfrutarlas. La guía se puede descargar gratuitamente (en catalán) a través de su página web.