Una lechera de los Mossos D'Esquadra se abre paso entre contenedores quemados por los independentistas de TsunamiAFP

Cataluña

Cuando Barcelona se convirtió en un polvorín: así se vivieron los graves disturbios de Tsunami

El 2 de septiembre de 2019 aparecía el primer mensaje del llamado 'Tsunami Democràtic'. Lo hacía con un vídeo de medio minuto, en Twitter, en el que se decía: «Cambiemos el estado de las cosas: súmate. Tú eres el tsunami». Nadie antes había oído hablar de esta plataforma que cogió el relevo de los CDR en la organización de protestas en Cataluña, pero lo cierto es que solo unos minutos después de hacer público este mensaje, los líderes independentistas lo distribuyeron y ayudaron a que se convirtiera en un canal de comunicación de movilizaciones. Aseguraban que querían usar la «desobediencia civil» y la «no violencia», pero lo cierto es que muchas protestas acabaron en eso, en violencia.

El 13 de octubre de 2019 se hacía pública la sentencia a los líderes del proceso independentista, en algunos casos con condenas por sedición. Y un día después, el 14 de octubre, llegó su primera gran acción: «Tothom a l’aeroport» (todos al aeropuerto). Lo que pretendía era «parar la actividad» de la infraestructura, del aeropuerto del Prat. La acción se preparó en diferentes fases. En un primer momento, se instó a que la gente fuera a Barcelona. El punto de encuentro era plaza Cataluña. Y unas horas después, se anunció la acción, propiamente: se instó a ocupar el aeropuerto del Prat y hasta se distribuyeron billetes de avión y tarjetas de embarque falsas para poder acceder a las terminales.

Unas 8.000 personas consiguieron bloquear esta infraestructura crítica, ocasionando pérdidas de unos dos millones de euros y comprometiendo el tráfico aéreo con la cancelación de 115 vuelos e impidiendo el acceso a los controladores.

Un turista francés falleció aquel día, de un paro cardíaco, durante el bloqueo de Tsunami Democràtic. La hija del fallecido aseguró que «en circunstancias normales» su padre no hubiese muerto.

Imagen del aeropuerto de El Prat durante los disturbios de Tsunami DemocràticEFE

Cortes en la AP-7

La segunda acción de más envergadura fue el bloqueo de algunas de las vías más importantes de Cataluña, el 13 de noviembre, especialmente la AP-7 en la Jonquera, y a ambos lados de la frontera. Lo que querían era actuar «contra los intereses económicos del Estado». La Comisión de Transportistas cifró en 15 millones de euros diarios las pérdidas por estos cortes, que duraron tres días, y Fenadismer aseguró que 20.000 camiones resultaron afectados por el bloqueo. Se llegó a montar un escenario, con altavoces, que contó con la actuación de Lluís Llach y se levantaron barricadas con bloques de cemento.

Corte en la AP7 en la fronteraanonymous catalonia

Huelga general y 'batalla de Urquinaona'

También Tsunami Democràtic estuvo detrás de la huelga general del 18 de octubre que se convocó en protesta por la sentencia del procés. La jornada se saldó con numerosos daños materiales y más de 80 agentes heridos. Uno de ellos, agente de la Policía Nacional, acabó en la UCI y no ha podido reincorporarse al cuerpo por las lesiones que sufrió. Tuvo lugar lo que se llamó como la 'Batalla de Urquinaona'.

Todo empezó con una manifestación de estudiantes, pero la situación derivó en grandes disturbios y graves enfrentamientos entre manifestantes, que lanzaban adoquines arrancados de las calles o bolas de acero a los agentes.

Agentes de la Policía Nacional durante los disturbios en los alrededores de Via LaietanaEuropa Press

Y en estos enfrentamientos se vio una de las imágines más duras: agentes de la Policía Nacional evacuaban a su compañero, que había resultado herido tras recibir el impacto de un objeto pesado, pudo tratarse de una piedra de grandes dimensiones, en su casco protector. Sufrió fractura del hueso occipital

Pero tras conocerse la sentencia, los disturbios se repitieron cada noche en Barcelona. Y así, durante una semana, especialmente en el centro de la ciudad.

Los independentistas de Tsunami Democrátic, en el momento en el que agrupan contenedores para posteriormente quemarlosAFP

Manifestación 26 octubre y el Clásico

La plataforma también hizo llamamientos para participar en una manfiestación convocada per entidades separatistas el 26 de octubre, y acabó de la misma forma que las anteriores: altercados y disturbios. Tsunami anunció en sus redes sociales que ese mismo sábado habilitaría un código QR a través de su aplicación para posibles movilizaciones adicionales. Los momentos de más tensión se vivieron en las inmediaciones de la Jefatura de la Policía Nacional en Via Laietana. Los Mossos tuvieron que cargar para evitar que los manifestantes se acercaran e intentaran asaltar el edificio policial.

Ese día, el 26 de octubre, se tenía que celebrar el Clásico, el Barça – Madrid en el Camp Nou. Pero ante la situación de extrema violencia en Cataluña, se decidió aplazarlo. La nueva fecha sería el 18 de diciembre. Pero Tsunami tampoco perdió la ocasión para hacerse notar. Se produjeron altercados en las inmediaciones del estadio que acabaron con nueve detenciones, 46 heridos y unos 85.000 euros en daños materiales. En el interior del campo se lanzaron balones de plástico de color amarillo en el minuto 56. El partido se tuvo que interrumpir unos minutos.

Pero lo grave es lo que pasaba fuera. Siguiendo instrucciones de Tsunami, los manifestantes se concentraron en cuatro puntos alrededor del estadio. Un grupo intentó acceder al Camp Nou e intentó reventar una de las puertas de acceso. Otros, montaron barricadas con contenedores, vallas y señalas de tráfico. Los mossos lanzaron proyectiles de foam, y los radicales también arrojaron un cóctel molotov a la línea policial. Se quemaron contenedores.

Incidentes en los alrededores del Camp NouEuropa Press

El Barça, por cierto, cedió a las peticiones de Tsunami y permitió el acceso de pancartas gigantes en el clásico con el lema «Spain, sit and talk».