Representantes de los grupos parlamentarios que reeditan el «cordón sanitario» a VoxEuropa Press

Cataluña

PSC, separatistas y comunes reeditan el «cordón sanitario» contra Vox y Aliança Catalana en el Parlament

Los socialistas dicen, que en virtud, del acuerdo, no se aceptarán sus votos «por acción ni por omisión» en una investidura

PSC, Junts, ERC, los Comunes y la CUP han reeditado el acuerdo que ya se impulsó la pasada legislatura para imponer un «cordón sanitario» en el Parlament a Vox, y al que ahora se añade Aliança Catalana. En virtud de ese pacto se comprometen a no aceptar ninguna de las iniciativas o propuestas que presenten e impedir, en la medida de lo posible, que tengan presencia en nombramientos y órganos de la cámara catalana.

De hecho, estas formaciones ya han sacado pecho porque en la constitución de las comisiones reglamentarias del Parlament, «Vox y Aliança Catalana no están», aseguraba la diputada de ERC, Najat Driouech, que también destacaba que hicieron lo mismo a principios de semana, cuando en el reparto de senadores en representación del Parlament, no había «ningún representante de la extrema derecha».

Esta diputada también ha destacado que, durante la pasada legislatura, ningún grupo «fue a buscar sus votos -los de Vox- para sacar adelante una iniciativa legislativa», y el único beneficio que obtuvo la formación, ha asegurado, es «pagar las cuotas de la AFA de su portavoz en el Parlament». Eso sí, ha lamentado que «desgraciadamente» esto no ha «evitado que otros partidos» de «extrema derecha» hayan entrado en la cámara catalana, en referencia a Aliança Catalana.

No aceptar los votos

También han dejado claro los impulsores de este cuerdo, aunque quien lo ha verbalizado es el diputado Ferran Pedret, que no se van a aceptar los votos de estos partidos «por acción o por omisión» en una investidura. Y, en cualquier caso, ha precisado que «tampoco he visto a Vox predispuesto a votar a los socialistas en ninguna parte».

Todos los representantes de los grupos firmantes han asegurado que con este pacto quieren «intentar aislar a estas formaciones en todo lo que es posible y combatir sus discursos y políticas». Aunque también han avisado que esto no se va a conseguir solo desde el ámbito político, y se necesitará, han añadido, «alianzas» desde la sociedad, desde otros ámbitos, como el del trabajo, el educativo o el de las entidades para «frenar» a la ultraderecha.

Además de no aceptar ni tramitar ninguna de las propuestas de estos partidos, o de que estén en los órganos del Parlament, también se comprometen a «no normalizar ni legitimar» la acción política de estos partidos, evitando que prosperen sus iniciativas, y no se les convocará cuando haya reuniones de trabajo entre los grupos parlamentarios. El texto también recoge que desde la presidencia del Parlament y de las comisiones se tiene que actuar para «impedir que los discursos de los diputados de la ultraderecha criminalicen la inmigración». Y en definitiva, se reafirman en el compromiso «feminista y antirracista» de la cámara catalana.

Desde Vox, Joan Garriga, portavoz del grupo parlamentario, ha recordado que «en esta legislatura todos los partidos se han aliado para aislar a VOX de igual modo que lo han hecho en el Senado». Eso sí, ha dejado claro que «nosotros no hemos venido a la política para luchar por los sillones, sino que hemos venido para defender nuestras convicciones: para desarticular al separatismo y a la izquierda y para devolverles a los catalanes la seguridad y la libertad que les han arrebatado».