El cocinero Fermí Puig, en su restauranteFermí Puig

Obituario

Adiós al cocinero Fermí Puig, uno de los últimos grandes nombres de la cocina catalana

Familia y amigos han despedido al chef en una ceremonia en Granollers

Este pasado viernes fallecía el cocinero Fermí Puig, fundador del restaurante Drolma, en Barcelona. Este domingo, amigos, familiares y diversas personalidades se despedían del chef en el tanatorio de su ciudad natal, Granollers.

En los últimos meses, Puig estaba ingresado en el Hospital Clínic de Barcelona, desde su jubilación en abril de 2024, forzada por su enfermedad: a finales de 2023 le diagnosticaron un cáncer, linfoma de manto, con una posterior hidrocefalia.

Nacido en Granollers en 1959, Puig se inició en el mundo de la cocina en el restaurante que regentaba Montse Guillén, en la calle Marià Cubí de Barcelona. Conoció a Ferran Adrià cuando ambos hicieron el servicio militar en Cartagena. Fue Puig el que le presentó y recomendó Adrià a Juli Soler para la cocina de El Bulli.

Tenía olfato para los negocios, y por eso decidió dejarlo todo y montar un restaurante en un hotel de 5 estrellas. Se trataba del hotel Majestic, propiedad de los siete hermanos Soldevila Casals, en el Paseo de Gracia de Barcelona: allí abrió el Drolma en 1999, y en 2002 consiguió su primera estrella Michelin.

Influido por Francia

Se formó en diferentes restaurantes, como El Bulli, así como con los mejores profesionales del mundo. Puig recordaba que El Bulli empezó siendo un chiringuito de pescado con patatas. La cocina de Fermí Puig tenía una influencia de la cocina francesa. Comentaba que, la cocina catalana como la vasca, debía su riqueza y prestigio a su proximidad con la frontera francesa.

Puig, a parte de Montse Guillén y El Bulli, cocinó para Christian Bourillot, en Lyon; Royal Gray en Cannes; el restaurante San Marcos de Sevilla; La Riviera en Tenerife, o el Mirador de les Caves en Sant Sadurní d’Anoia.

Comentaba que «un gran restaurante debe poder tener un gran cubo de basura», refiriéndose a la calidad que deben dar a su clientes. En el Majestic había dos restaurantes, el propio del hotel y el Drolma. Puig, al finalizar el día, el producto que no había podido cocinar a sus clientes, se lo vendía al restaurante del hotel. Siempre sirvió primerísima calidad en sus platos.

Su propio restaurante

En el año 2013 decidió terminar su relación con el Hotel Majestic y abrió su propio restaurante. Lo llamó Fermí Puig, y estaba situado en la calle Balmes 175 de Barcelona. Compartió su gestión con el maître y jefe de sala Alfred Romagosa, con quien ya había trabajado en Drolma.

Para inaugurar el restaurante contó con el respaldo de una serie de amigos como los periodistas Màrius Carol, Jordi Basté y Jordi Bosch, o los propietarios en su momento de Mediapro Jaume Roures y Tatxo Benet. El restaurante cerró a finales de mayo de 2024, con un menú homenaje con algunos de los grandes éxitos obtenidos a lo largo de los años. Puig deja tras de sí viuda e hija.