Imagen de archivo de una movilización de la ANC en Barcelona

Cataluña

Plataforma per la Llengua y la ANC llevan años sin presentar públicamente sus cuentas

Las dos entidades independentistas destacan por su opacidad

Ni la Plataforma per la Llengua ni la Asamblea Nacional Catalana (ANC), dos de las entidades independentistas con más proyección mediática, están al día con sus obligaciones de transparencia. En el caso de la primera, que se autodenomina «la ONG del catalán», lleva desde 2020 sin presentar sus cuentas.

Creada en 1993, durante la época de Jordi Pujol como presidente de la Generalitat, la Plataforma trabaja para garantizar la presencia del catalán en todos los ámbitos. Presidida por Oscar Escuder i de la Torre, según las cuentas previas genera anualmente unos ingresos de 3,3 millones de euros. En los presupuestos de la Generalitat sí queda reflejado que durante el gobierno de Pere Aragonès han recibido 2,1 millones de euros, sin que haya transferencia de otras subvenciones.

Recientemente, esta entidad publicaba un estudio que afirma que el 55% de los catalanes consideran que ser catalán depende de la cultura y la lengua, y no de haber nacido aquí. Es decir, que uno es más catalán cuanto menos castellano hable o consuma culturalmente. Si el encuestado es votante de ERC, Junts o CUP, el porcentaje aumenta a entre el 60% y 70%.

La ANC, opaca

Si la «ONG del catalán» no es transparente en sus ingresos en subvenciones, lo mismo podemos decir de la ANC. Fundada en 2011 y presidida actualmente por el cantautor Lluís Llach, contaba –según sus propios datos– con 96.000 socios en 2022, de los cuales 45.960 pagaban cuota.

Con todo, desde el 25 de mayo de 2011 no han presentado públicamente sus ingresos. Es, por así decirlo, una organización opaca. Indirectamente se sabe que en 2021 recibieron ingresos por valor de 3 millones de euros, y que en 2017 estos fueron de 5,8 millones de euros.

Se desconoce el dinero recaudado por el merchandising, por las cuotas, por la organización de la Diada, por subvenciones y otras donaciones. Recordemos que la ANC, a través de la llamada Caja de Resistencia, pagó las multas y fianzas de los líderes nacionalistas, desconociéndose de donde vinieron las aportaciones, al inscribirlas como anónimas. Tampoco conocemos el dinero que sigue quedando en esta caja o si sigue recibiendo aportaciones anónimas.

¿Por qué no presentan cuentas ni actúan con transparencia? La ANC se escuda en que la ley de transparencia obliga a hacer públicos los datos a las organizaciones que reciben más de 100.000 euros de subvenciones, y aseguran que ellos no reciben ninguna.