El presidente de la patronal constitucionalista Empresaris de Catalunya, Josep Bou, en una imagen de archivo

El presidente de la patronal constitucionalista Empresaris de Catalunya, Josep Bou, en una imagen de archivoEuropa Press

Entrevista

Josep Bou: «La soberanía fiscal me parece un suicidio social y económico para Cataluña»

El presidente de Empresaris de Catalunya advierte de que la «inseguridad jurídica» puede llevar a un nuevo éxodo de empresas

Si todo va según lo previsto, esta semana el socialista Salvador Illa será investido como presidente de la Generalitat, con el apoyo de ERC y los Comunes. Un apoyo que ha costado al PSC y al PSOE el compromiso de una financiación singular para Cataluña, con la recaudación del 100% de los impuestos y la salida del régimen común.

Al conocerse el pacto alcanzado entre republicanos y socialistas, la patronal constitucionalista Empresaris de Catalunya (EC) emitió un comunicado en el que cargaban contra el acuerdo por sus consecuencias para las empresas de la comunidad. Su presidente, Josep Bou, atiende a El Debate para analizar los contenidos del acuerdo y el arranque de la nueva legislatura.

–Aseguran que la entente entre socialistas, republicanos y comunes será un «desastre», ¿por qué?

–En Cataluña ya hemos probado dos veces el tripartito, y no ha funcionado. Podemos volver a probar, pero lo cierto es que el acuerdo entre el PSC, ERC y los Comunes nos preocupa, porque se encamina a la separación de Cataluña del resto de España. Va haciendo desaparecer la imagen del Estado en la comunidad. En un contexto de globalización, la soberanía fiscal me parece un suicidio económico y social. Además, en la junta de EC tenemos muchos fiscalistas, y nos dicen que hay una parte no menor que ya recauda la Generalitat, pero que no sabemos a dónde van… ¡Sólo falta que lo recauden todo!

–Advierten de que esto puede llevar a un nuevo éxodo de empresas, ¿por qué?

–Eso es lo más delicado de todo y sí, puede pasar. Ahora estaba el tema bastante parado, pero la inestabilidad política lleva a que se instale la inseguridad jurídica: cuando esto pasa, las empresas nos preocupamos. El cambio de régimen de Cataluña supone que la nación quedará rota fiscalmente, porque Cataluña no es el País Vasco: representa en torno al 20% del PIB español. Esto nos preocupa, sobre todo a las empresas que, como es mi caso, vendemos mucho fuera de Cataluña.

–El acuerdo con los Comunes contempla paralizar proyectos como el Hard Rock o la ampliación del Cuarto Cinturón. ¿Qué le parece?

–La realidad es que estamos entrando en un callejón sin salida, especialmente para la economía y las empresas. Cargarse el Hard Rock... Yo pude estar ahí y hablar con los alcaldes, y aquello era grande para Cataluña, valía la pena y creaba empleo. Y ahora no será porque Salvador Illa quiere gobernar, aunque estoy convencido de que a él esto le interesaría. Lo del Cuarto Cinturón tampoco se entiende… Las infraestructuras son básicas. Al menos parece que la ampliación del aeropuerto tirará adelante, aunque luego pongan obstáculos, porque esto es algo que nos hacía temblar a todos.

–¿Alguien podría ver en estos acuerdos algo positivo, aunque fuera de forma egoísta?

–Esto es una filosofía de peix al cove, de «algo sacaremos», pero en el fondo es una insolidaridad absoluta. El pueblo español hemos sido solidarios toda la vida, y esto se perderá de todas todas. El nacionalismo es frentismo, y en Europa no interesa. Además, hay un tema: aquí tenemos 14 impuestos autonómicos y los han ido subiendo. Madrid los ha quitado todos. Somos los reyes de los impuestos

–Hace años ud. fue sancionado por rotular en español en sus comercios. Este es uno de los puntos que el acuerdo con ERC menciona explícitamente, ¿esta es la forma de defender el catalán?

–Solo hay dos formas de perjudicar un idioma: prohibirlo o imponerlo. En Barcelona vemos que cada vez se habla menos el catalán, y la juventud está rebotadísima. La realidad es que ni con Felipe V ni con Franco peligró el catalán, pero hoy hay una gran coacción, y esto genera división. Que se lo hagan mirar y dejen de perjudicar al catalán, y que respeten ambos idiomas.

–Durante las elecciones se vendía a Salvador Illa como el político que iba a dar «carpetazo» al procés. ¿Lo ve así?

–El procés ha perdido muchos adeptos, ha ido bajando, pero el nucleo duro y la clase dirigente, que tienen un gran negocio con el nacionalismo, están fortalecidos, porque Pedro Sánchez les ha dado la fuerza. No sé sinceramente qué piensa Salvador Illa, pero la gran esperanza que teníamos era que el PSC pactase con el constitucionalismo, con el PP y Vox. Así tendríamos por primera vez un gobierno no nacionalista.

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