El conseller de Salud, Manel Balcells, en marzoEuropa Press

Análisis

El legado de ERC en Sanidad: imposición del catalán mientras siguen creciendo las listas de espera

Unos 172.000 catalanes están esperando o bien a que los operen o bien a ser visitados por sus médicos

En Sanidad, el legado que dejarán ERC y el conseller Manel Balcells es un aumento del 4% en las listas de espera. Durante la legislatura, Balcells ha sido incapaz de recortar las demoras en el sistema sanitario autonómico, y unos 172.000 catalanes están esperando o bien a que los operen o bien a ser visitados por sus médicos.

Sin embargo, lo importante para este miembro de ERC es que en los hospitales catalanes se hable en catalán. Que uno deba esperar dos, seis o doce meses antes de ser operado o visitado no importa: lo fundamental es imponer el catalán en la sanidad catalana, cuando la mayoría de profesionales atienden indiferentemente en catalán y castellano, dependiendo del paciente.

Pacto Nacional por la Lengua

En los últimos compases de la legislatura, Balcells ha puesto en marcha el llamado Pacto Nacional por la Lengua, con la intención de que el catalán sea el idioma de uso normal en el sistema sanitario de Cataluña. La realidad es que desean imponer el catalán como el único idioma que se pueda y deba hablar en cualquier centro sanitario catalán.

Para llevar a cabo este plan se han destinado 2 millones de euros y se han puesto en marcha 33 medidas para imponer el catalán. “Esta medida mejorará la calidad y seguridad del servicio asistencial, garantizando el derecho de opción lingüística de las personas que se visitan", ha asegurado Balcells.

El proyecto tiene una proyección de 2024 a 2026, aunque está en el aire si el nuevo gobierno socialista lo mantiene. El plan prevé la contratación de ocho personas que darán apoyo a las acciones de formación de lengua catalana para sanitarios.

También se les ofrecerán cursos de formación gratuita, en horario laboral, para mejorar su catalán dentro de la atención sanitaria. Es una formación de 100 horas en horario laboral que, hasta el momento presente, ya han utilizado 4.000 personas.

Mientras esto ocurre a nivel lingüístico, la Generalitat ha cerrado ya en lo que llevamos de agosto ha cerrado más de 2.000 camas hospitalarias. Están abiertas el 81% de camas y el 19%, cerradas, según Balcells. Estos cierres se concentran en el Hospital de la Vall d’Hebrón y en el Hospital de Bellvitge.

A esto debemos añadir que faltan sustituciones y que no hay renovación de contratos de profesionales sanitarios. Pese a todo, Balcells ha negado en todo momento que se estén produciendo recortes.