El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en su toma de posesión

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en su toma de posesiónGovern

Política

¿Por qué Salvador Illa evitó la bandera de España en su toma de posesión?

Impulso Ciudadano reclama al nuevo presidente de la Generalitat que respete la normativa sobre uso de símbolos oficiales

En la toma de posesión de Salvador Illa como presidente de la Generalitat hubo un detalle que llamó la atención a muchos: en el estrado en el que tuvo lugar el acto oficial solo estaba la bandera catalana, la senyera cuatribarrada, pero no la rojigualda.

Se trata de un aspecto que ha molestado a sectores constitucionalistas de la sociedad civil catalana. Así, por ejemplo, el presidente de la organización Impulso Ciudadano, José Domingo, ha reprochado en una carta a Illa que no haya sido coherente con su compromiso de respetar la diversidad existente en Cataluña.

En su carta, Domingo le recuerda al presidente socialista la normativa sobre uso de símbolos oficiales. También anuncia que Impulso Ciudadano ya ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo, que actualmente se está tramitando en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, para que la bandera española ondee junto a la catalana en los espacios más relevantes del Palau de la Generalitat, y esté presente en los actos oficiales que se celebren en este recinto.

Domingo insta a Illa a adoptar las medidas para poner fin a este contencioso y también para que se retiren todos los símbolos partidistas que se observan en los edificios de la Generalitat. Además, pide al líder del Govern que en adelante la lengua española se use con normalidad en la vida institucional y en el sistema educativo, junto con las otras lenguas oficiales de Cataluña.

Lecturas políticas

La ausencia de la bandera española en las tomas de posesión tanto del presidente Illa como de sus 16 consejeros tiene varias lecturas políticas. Una de ellas es la necesidad de realizar gestos de cara a contentar a ERC, sus socios de investidura. Cabe destacar que dos de los nuevos consejeros del ejecutivo de Illa son altos cargos de ERC: los responsables de Cultura y de Política Lingüística.

Otra lectura, complementaria, vendría de la ausencia de un partido constitucionalista transversal que defendiese los símbolos españoles con ahínco, como lo fue en su momento Ciudadanos. Dado que ni el PP ni Vox tienen fuerza suficiente en estos momentos como para hacer tambalear la posición de liderazgo del PSC, Illa estaría tratando de acercarse a los caladeros de votantes catalanistas desencantados con la deriva del procés y la tendencia puigdemontista y cada vez más radical de Junts, alejada del talante de la antigua CiU.

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