La tasa turística es ya el tercer ingreso de Barcelona tras el IBI y las plusvalías
Cataluña lidera el turismo nacional por CC.AA por delante de Baleares, Canarias, Andalucía y Comunidad Valenciana
El próximo jueves se inician las regatas previas de la Copa América, la tercera competición deportiva más importante del planeta tras los Juegos Olímpicos y la copa del mundo del fútbol, pero Barcelona sigue sin asumir su realidad socio económica y persiste en una persecución al turismo a base de regulaciones imposibles, impuestos y tolerancia con los grupos de extrema izquierda que acosan a turistas por la calle.
Los turistas dejan en Barcelona 9.600 millones de euros y dan empleo a 130.000 personas. La cantidad supone más de doble del presupuesto del ayuntamiento de la Ciudad Condal y un 15 % del total del empleo. En el conjunto de Cataluña el turismo genera ingresos por valor de 20.878 millones de euros, un 26,7 % más que en 2022.
La Generalitat reconoce que el turismo es el 12 % del PIB catalán y el 14 % del empleo a pesar de que fuerzas políticas como los Comunes, que han gobernado el ayuntamiento de Barcelona durante ocho años, o la CUP son turistofóbicos y han condicionado los presupuestos de la Generalitat los últimos años la Generalitat catalana mantiene abiertas 12 oficinas de la Agencia Catalana de turismo por todo el mundo.
El año 2023 se cerró con 21,2 millones de visitantes a Cataluña, un récord que este este ejercicio podría verse superado lo que ha llevado a que uno de cada cuatro empleos que se crean en la comunidad estén relacionados con el sector turístico.
Cataluña lidera el turismo nacional por CC.AA por delante de Baleares, Canarias, Andalucía, Comunidad Valenciana, las cinco comunidades que superan la cifra de 10 millones de visitantes anuales. Este liderazgo se sustenta en la iniciativa empresarial, a pesar de las trabas de la administración en la última década los hoteles de cinco estrellas han doblado su capacidad en Barcelona y los cruceristas que atracan o parten de Barcelona han crecido otro 50 %.
La turismofobia que fue una de las banderas de Ada Colau no la comparten el conjunto de la población dado que según un barómetro municipal el 70 % de la población ve al turismo como beneficioso para Barcelona.
Los beneficios del turismo no se limitan a la ciudad de Barcelona, la Costa Brava con un 85% de ocupación en julio no alcanzo las cifras de 2023 cuando esta llegó al 90% pero los datos globales del año serán mejores dado que las reservas se están desestacionalizando y están creciendo para los meses de septiembre y octubre. Los empresarios de la Costa Dorada también celebran la prolongación de la temporada gracias al tirón de la propuesta de Port Aventura para Halloween a principios de noviembre.
A pesar de que el turismo es clave para la economía y el empleo catalán las administraciones no dejan de jugar con fuego y poner el riesgo el mejor activo económico del que dispone, el anuncio de la prohibición de los apartamentos turísticos en 2029 realizado por el alcalde de Barcelona tendrá un efecto negativo, según la patronal de sector, de 1.500 millones de euros, si dicho cierre se extendiera a toda Cataluña el impacto alcanzará los 3.000 millones anuales y restaría 10.417 empleos.
La desaparición de los apartamentos turísticos, que suponen un 40 % de la oferta de plazas para pernoctar en Barcelona, supondría una reducción drástica del turismo que arrastraría a perdidas y cierres a otros sectores como el del taxi, autobuses, hostelería, ocio nocturno, comercio, etc.
El gremio de Hoteles de Barcelona calcula que sus asociados aportan a las arcas públicas 400 millones de euros anuales en impuestos (IBI, IAE, Sociedades e IVA) además de los 95 recaudados por el Ayuntamiento de la capital catalana en tasas turísticas. Esta cantidad convierte al impuesto turístico en el tercero más importante para las arcas municipales después del IBI y las plusvalías.
Los incrementos previstos en la tasa a partir de octubre con un mínimo de cuatro euros por persona y noche llevarán al consistorio a contabilizar ingresos procedentes de la tasa turística superiores a los 115 millones de euros anuales. Hay que recordar que cada pernocta en un hotel lleva un recargo, así como las estancias de cruceros, una parte de este recargo es de la Generalitat y otro del ayuntamiento.
La regulación, la fiscalidad, las prohibiciones y los problemas derivados de la inseguridad ciudadana pueden matar a un sector económico que hasta hoy ha sido siempre un factor de crecimiento y una garantía para la economía catalana.