(I-D) La diputada de ERC Meritxell Serret; la expresidenta del Parlament Carme Forcadell; el exvicepresidente y líder de ERC, Oriol Junqueras; el expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont; y la exconseller Dolors Bassa, en el momento de su reencuentro en la vivienda de Puigdemont en Waterloo, a 7 de julio de 2021, en Waterloo, (Bélgica). Se trata del primer encuentro entre ambos en casi cuatro años, un tiempo en el que han exhibido sus diferencias y los partidos que lideran han chocado constantemente por el rumbo del proyecto independentista.
07 JULIO 2021;INDEPENDENTISTA;JUNQUERAS;WATERLOO;PUIGDEMONT
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07/7/2021

Se trata del primer encuentro entre ambos en casi cuatro años, un tiempo en el que han exhibido sus diferencias y los partidos que lideran han chocado constantemente por el rumbo del proyecto independentistaEuropa Press

Aragonés y Rovira, antiguos discípulos de Junqueras, maniobran para apartarlo de la dirección de ERC

El 31 de octubre está convocado el congreso del partido independentista, fiel aliado del PSOE

El ocaso político de Junqueras no ha venido por su inhabilitación, ni tan siquiera por la debacle electoral de su partido, que se dejó el 47 % de sus votantes en las municipales, el 30 % en las generales y casi el mismo porcentaje en las autonómicas.

Tampoco el paso por la cárcel, ni su archi enemistad con Puigdemont pudo con Junqueras, pero en cambio, sus compañeros de partido están poniendo toda la carne en el asador para apartarlo de la dirección de Esquerra. Junqueras, que se considera a sí mismo un mártir, está atónito ante el nivel de rechazo que percibe en un elevado porcentaje de los militantes y votantes de ERC.

El 31 de octubre está convocado el congreso del partido independentista, fiel aliado del PSOE, y la lucha por el poder es sin cuartel. Marta Rovira, secretaria general, y el expresidente de la Generalitat, Pere aragonés, ambos antiguos discípulos de Junqueras, han movido los hilos para presentar una corriente dentro de ERC que cristalizará en una candidatura al congreso bajo la denominación de Nova Esquerra Nacional (Nueva Izquierda Nacional).

Este movimiento ha desbaratado los planes de Oriol Junqueras, que cuando dimitió para volver a los cuatro meses, jamás imaginó que tendría una candidatura alternativa enfrente y menos impulsada por aquellos, como Pere Aragonés, que alcanzó la presidencia de la Generalitat de Cataluña, entre otros motivos por la imposibilidad de Junqueras de concurrir a las elecciones por estar inhabilitado por sentencia firme.

En el acto de puesta de largo de la candidatura alternativa no estaban ninguno de sus dos inspiradores y verdaderos líderes, pero si figuras relevantes de ERC como la portavoz en el congreso, Teresa Jordá. También acudieron Raquel Sans que hasta hace pocos días era portavoz del partido, pero ha dimitido para centrarse en la candidatura al congreso, o Marc Aloy, alcalde de Manresa y cargo institucional local más importante de esta formación política en la actualidad.

Los autoproclamados renovadores evitaron emitir criticas a Junqueras y tampoco quisieron revelar el nombre de las personas que van a ocupar los dos principales cargos en ERC: la presidencia y la secretaria general.

Algunas fuentes señalan a Raquel Sans, al propio Aloy y al ex presidente del parlamento autonómico, Roger Torrent, como los nombres que a la postre encabezarán la lista que tiene por objetivo descabalgar a Junqueras, quién lleva trece años al frente de la organización.

En la presentación tampoco se deslizaron críticas a la acción política, ni a los pactos firmados por ERC con el PSOE y el PSC desde 2018. El único argumento que se usó, de forma reiterativa, fue el de la necesidad de renovación y de cambiar las formas, lo cual es una crítica implícita a Junqueras.

Por su parte Oriol Junqueras, que dimitió de su cargo de presidente de ERC el día después de las elecciones autonómicas con el objetivo de, según sus propias palabras «reconectar con la militancia y volver con más fuerza a la presidencia del partido», presentó unos días antes de sus adversarios su plataforma, denominada «La militància decidim» (La militancia decidimos).

Se especuló con que la expresidenta del parlament y de la ANC, Carme Forcadell, condenada e indultada junto a Junqueras, prestara apoyo a su candidatura, pero finalmente Forcadell no acudió al acto organizado por los seguidores de Junqueras. El ex vicepresidente de la Generalitat, en tiempos de Puigdemont, si contó con el apoyo de Raúl Romeva, también condenado e indultado, y del polémico Lluís Salvadó, el dirigente de ERC que saltó a la fama en 2018 cuando Antena 3 desvelo una llamada telefónica suya en la que indicaba a otro dirigente de ERC que nombrara consejera de educación «a la que tuviera las tetas más grandes» (SIC).

A principios de agosto la militancia de ERC, formada por unas 9.000 personas, participaron en una votación sobre si investir a Illa o no. El resultado fue muy ajustado con un 53,5 % de apoyos frente a un 46,5 % de votos contrarios a prestar el voto a los socialistas. Esta profunda división entre las bases de Esquerra hace prever que la lucha entre Junqueristas y Renovadores se parecerá a la película de Christopher Lambert, Highlander, en la que solo podía quedar vivo uno de los actores.

A día de hoy, y a falta de dos meses para el conclave republicano, Junqueras aún no sabe con quien se batirá en el congreso, pero sí es consciente que alrededor de la mitad de su partido cree que su tiempo ya ha pasado.

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