Castellers en la pasada diada de Sant FèlixEuropa Press

Cataluña

Vuelve el debate sobre participación de niños en la construcción de castells

Todo ello a raíz del accidente de Mia, castellera de la Colla Vella Xiquets de Valls, que se cayó de un castell en construcción. La pequeña ha abandonado la UCI de Sant Joan de Déu

Durante la pasada Diada de Sant Fèlix, en Vilafranca del Penedès (BArcelona), una castellera de la Colla Vella Xiquets de Valls resultó herida tras derrumbarse el castell, un '4de9 amb folre' que estaban construyendo. La pequeña, Mia, fue trasladada al hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, donde fue operada tras las heridas que sufrió como consecuencia de la caída. La niña ha mejorado mucho. De hecho, ya ha abandonado la UCI y se encuentra en planta.

Y si la Mia no sufrió peores consecuencias fue gracias al casco, según apunta la Coordinadora de Colles Castelleres de Cataluña, un elemento que ha resultado de «una importancia fundamental», y que con la caída de la niña demostró que «cumplió su misión de manera efectiva» y ayudó «a minimizar las consecuencias de la caída y garantizando un pronóstico mucho más favorable».

Desde la entidad también dejan claro que van a trabajar, junto con el área médica, «para analizar detalladamente el incidente ocurrido» para entender mejor las circunstancias de la caída, «valorar las medidas de seguridad existentes e identificar posibles mejoras para minimizar riesgos en el futuro».

Y es que el accidente de Mia ha vuelto a abrir el debate sobre los peligros que comporta que, menores de edad, participen en la construcción de castells. Los más pequeños son los que se sitúan más arriba. Este debate no es nuevo, por otro lado. Ya ocurrió algo parecido en 2006, a raíz de la muerte de una niña de doce años de la colla Capgrossos de Mataró, que estuvo once días en coma a raíz de un traumatismo cráneo-encefálico al desplomarse un castell de nueve pisos. A raíz de ese accidente, los más pequeños empezaron a llevar casco.

En El Debate hemos hablado con un miembro de los Minyons de Terrassa. Nos dice que, como en cualquier actividad, «el riesgo 0 no existe». Y deja claro que el número de incidentes que se registran construyendo un castell «es menor que en una competición de fútbol». Aunque eso sí, cuando hay cualquier cosa, nos apunta, evidentemente «llama mucho más la atención. Una caída es espectacular».

También reconoce que cuanto más altas son estas construcciones y más difíciles, aumenta el número y la gravedad de los accidentes. Y no son precisamente los más pequeños, apunta, los que más expuestos están al riesgo. Recuerda que no se había producido ningún accidente de este tipo desde 2006, con el fallecimiento de la niña de Mataró. Y el anterior incidente de características similares se remonta a 1983, cuando murió un niño al caer al suelo en Barberà del Vallès. El otro accidente mortal registrado en la historia castellera «nos lleva al siglo XIX», nos precisa. Sea como fuere, hay quien ha pedido incluso la intervención de la Fiscalía de menores.

Documental de 2006

Y este debate sobre la seguridad de los castells se ha mezclado con otro, abierto en redes sociales, a raíz del documental ‘Castells’, dirigido por Gereon Wetze. Está circulando un vídeo, un fragmento de esta película, en la que exresponsables de collas explican que, al menos en la época en la que se rodó el documental, muchos de los niños que participaban en estas construcciones eran hijos de inmigrantes que «han necesitado favores para comer, para trabajar, y la colla se los ha podido dar haciendo eso». Reconocen, en cualquier caso, de que se trata de un «tema delicado».

Y en otro vídeo, se recoge una comida con miembros de una colla castellera que hablan de una niña que muestra temor a subir a los castells. Una de los participantes en esta cena, explica que, si pone problemas, se le dice cosas como que «eres una fea, que no subes. Vamos, que la vas apretando». Y otra apunta: «estuvimos como un mes sin decirle nada. Pero esta niña no es tonta. Y se iba con otra señora que no se enteraba de nada y se sentaba en el regazo». Y otro miembro, también deja claro: «que cuanto más veces diga que no quiere subir, más vas a subir».