Plataforma per la Llengua denuncia que hablar en catalán es ya el cuarto motivo de discriminación en Barcelona

Plataforma per la Llengua, la llamada ONG del catalán, denuncia que «las discriminaciones denunciadas» por hablar esta lengua, en Barcelona, crecieron casi un 40% el año pasado. Y, en concreto, hablar en catalán es el cuarto motivo de discriminación, tras los motivos racistas y xenófobos, por motivos de salud o LGTIfóbicos. Desde la entidad aseguran estar especialmente preocupados porque muchas de estas situaciones se producen en el ámbito de la salud.

Yendo más al detalle, se explica que en 2023 se comunicaron 125 discriminaciones por hablar en catalán, cuando en el año anterior se denunciaron 90; o en 2021, medio centenar. La mayoría de estos hechos fueron «perpetrados», dicen desde Plataforma, por empresas o entidades privadas. En concreto, se dieron 80 casos en este ámbito. Por parte de las administraciones públicas, 45.

¿Y qué es lo que se denuncia? Pues en caso de las empresas, que los trabajadores se nieguen a hablar en catalán a otras personas que querían seguir hablando en esta lengua. Se refieren sobre todo a empleados de oficinas bancarias y trabajadores de comercios y de restaurantes. En el ámbito de las administraciones públicas, se apunta sobre todo a «funcionarios» de la salud y «agentes de los cuerpos de seguridad locales».

Y añade, Plataforma per la Llengua: «en todas las situaciones, se evidenció una carga de tensión y de estrés entre las personas afectadas por haber rechazado hablar en su lengua». En estos casos, se asegura, hay un trato diferenciado, y en ocasiones, esta situación se traduce en insultos o amenazas o incluso en una humillación pública.

El ámbito sanitario, motivo de preocupación

Pero es en el ámbito de la salud donde más incide Plataforma per la Llengua, porque es origen de «muchas incidencias», en palabras de su vicepresidenta, Mireia Plana. Según denuncia, cuando «los discriminados se quejan, los agentes discriminadores modifican la narrativa de los hechos para no hacer frente a la denuncia y acaban relativizando la situación y culpando a la víctima». En definitiva, asegura que los trabajadores sanitarios mienten.

Y un problema, añaden, es que el paciente quiere ser atendido, y, por este motivo, y a pesar de pedir atención en catalán, acaba cediendo y cambia de lengua. Desde la entidad dicen que «la sensación de vulnerabilidad se percibe especialmente en el ámbito de la salud mental, la pediatría y la gerontología».

Y, a pesar de que se han incrementado las denuncias por motivos lingüísticos, desde Plataforma consideran que se denuncia poco. Y, en cualquier caso, se demuestra, siempre según la entidad, que «la discriminación lingüística la sufren especialmente los catalanohablantes, y que la normativa que teóricamente ampara sus derechos no es efectiva para parar las discriminaciones que sufren, ni la impunidad de las que las practican».

Desde Convivencia Cívica Catalana rechazan, de entrada, los datos. Además, su presidente, Ángel Escolano, recuerda que «cada vez que un hispanohablante mira un cartel de una administración local o regional catalana redactado sólo en catalán, está sufriendo una agresión lingüística e hispanofóbica. El día que hagan estadísticas de verdad, se verá quienes son los agredidos... », apunta.