Illa sigue construyendo su «sociovergencia»: ficha al expresidente del PDECat que se peleó con Puigdemont

Desde los primeros compases de la legislatura, el mandato de Salvador Illa como presidente de la Generalitat de Cataluña se está caracterizando por una voluntad de ofrecer una imagen de «normalidad institucional». Esto le ha llevado tanto a restaurar las relaciones con instituciones como la monarquía o el clero –la visita al Rey en Madrid o la asistencia a la misa de la Mercè son dos ejemplos– como a rehabilitar públicamente el legado de Jordi Pujol –implicado en un proceso judicial por corrupción– o Artur Mas, uno de los artífices del procés independentista.

Esta voluntad de proyectarse como un presidente de consenso y de enterrar los aspavientos de sus predecesores independentistas también le ha llevado a incluir en su gobierno figuras que formaron parte de Convergència y Unió (CiU), tradicionalmente considerado como el partido de las élites económicas catalanas.

Así, a pesar de que tras las elecciones del 12 de mayo Junts dejó patente que una alianza con el PSC quedaba fuera de la ecuación, Illa se está esforzando en impulsar su propia visión de una «sociovergencia».

Muestra de ello es la presencia en su gobierno de Ramon Espadaler, que fue conseller con Pujol y Mas y ahora está encargado del departamento de Justicia; Miquel Sàmper, conseller de Interior con Quim Torra y ahora titular de Empresa y Trabajo, o Pere Macias, exdiputado de CiU y elegido para pilotar el traspaso de Rodalies. Este miércoles, el Govern rubricará un nuevo guiño al mundo convergente.

David Bonvehí

Se trata de David Bonvehí, que será nombrado nuevo director general de Cooperativas y Economía Social. Bonvehí, que trabajará bajo las órdenes del citado Sàmper, fue diputado en el Parlament entre 2010 y 2017, primero en Convergencia y luego en Junts pel Sí. Tras ganar notoriedad como el primer parlamentario del hemiciclo catalán en silla de ruedas, por un accidente, fue uno de los fundadores del PDECat y su último presidente, antes de su disolución el año pasado.

Los últimos estertores de la formación, tras un sonoro fracaso en las elecciones generales de julio de 2023, desbancados por Junts, estuvieron marcados por los reproches a Puigdemont. «Tras las elecciones de 2019 (municipales, generales y europeas), los liderazgos institucionales vinculados al partido no creyeron que el Partit Demòcrata pudiera ser herramienta de futuro e iniciaron un distanciamiento evidente impulsando otro proyecto político», exponía el PDECat presidido por Bonvehí en aquel momento, en una alusión a Puigdemont y a quienes le siguieron.