Una alumna de una clase de 1º Bachillerato del Institut Moisès Broggi de Barcelona realiza una prueba piloto de PAU, a 14 de marzo de 2023, en Barcelona, Cataluña. Fuente: Europa Press.Europa Press

Cataluña

La Generalitat se aferra al informe del Consejo de Europa sobre el catalán para defender la inmersión lingüística

Pero según ha podido saber El Debate, en el grupo de expertos que ha elaborado el informe, hay dudas de que el catalán se pueda considerar siquiera una lengua minoritaria

La Generalitat se siente «identificada» con el informe que hace unos días emitió el Consejo de Europa sobre el catalán y su implementación en la escuela. Y se aferra a él y lo hace suyo, para defender el sistema de inmersión lingüística en Cataluña. En concreto, el texto en cuestión, elaborado por el comité de expertos para la Carta Europea de las Lenguas Regionales y Minoritarias, refleja la «preocupación» por la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que reconoce el derecho de los padres que lo soliciten, a que sus hijos reciban un 25 % de las clases en español.

Un informe que ha aplaudido en las últimas horas el consejero de Política Lingüística, Xavier Vila, quien ha asegurado que ese texto concluye que el 25 % «indiscriminado» en castellano en la escuela «contraviene» un tratado internacional, como es la Carta Europea de las Lenguas Regionales. También lo ha defendido la portavoz del Govern, Sílvia Paneque, que ha aprovechado la ocasión para asegurar que las actuaciones que prevé llevar a cabo la Generalitat en materia de política lingüística, sobre todo con relación al fomento del uso social del catalán en ámbitos como la sanidad o la justicia, «van en la misma línea de lo que expone el Consejo de Europa».

Por este motivo, se ha comprometido a «aplicar las políticas amparadas por la ley aprobada en 2022 y avaladas por el Pacto Nacional por la Lengua». Esto es, entre otras cuestiones, que se considere al catalán como lengua vehicular en la educación, y que, en ningún caso, la enseñanza de las lenguas se base en porcentajes. Recordemos que esta norma, y otro decreto del Govern, presidido entonces por Pere Aragonès, se hizo ad hoc para evitar que se aplicara la sentencia del 25 % de castellano.

¿Qué dice la Carta Europea de Lenguas Regionales a la que hace referencia ese texto? No defiende la inmersión lingüística. Y es que en el redactado de la carta, para empezar, se dice que «por lo que respecta a la educación, las partes se comprometen dentro del territorio en el cual dichas lenguas se usan, de acuerdo con la situación de dichas lenguas, y sin perjuicio de la enseñanza de la/s lengua/s oficial/es del Estado». Según la Asamblea por una Escuela Bilingüe, se ampararía que se pudiera estudiar en catalán solo si los padres lo eligen y siempre que haya un grupo suficiente de alumnos, nunca en detrimento de otras lenguas. Se abriría la vía, por lo tanto, de un sistema de varias líneas, como ocurre en el País Vasco.

¿El catalán lengua minoritaria?

Desde la Generalitat y las entidades que defienden la inmersión y el monolingüismo solo en catalán, se habla del Consejo de Europa, cuando en realidad, el informe lo ha elaborado un comité de expertos para la Carta Europea de las Lenguas Regionales y Minoritarias. Y, según ha podido saber El Debate, dentro de ese comité ha habido y hay dudas con relación a que el catalán se pueda considerar una lengua minoritaria.

Y, en la misma línea, la propia Generalitat, la consejería de Política Lingüística, publicó hace solo unas semanas, un informe titulado «Situación del catalán, el occitano aranés y la lengua de signos catalana y principales líneas de intervención en política lingüística durante la legislatura». En él se reconoce que el catalán es una lengua media en Europa que cuenta con más de diez millones de personas que lo hablan, situándose en un nivel similar al danés o al eslovaco. Aunque en este texto se abunde, posteriormente, en la situación de «riesgo» en el que se encuentra esta lengua por el «retroceso» en el uso social del catalán.

Y, más allá de las dudas sobre si el catalán se puede considerar o no una lengua minoritaria está el papel que ha jugado este comité de expertos, que no es el Consejo de Europa, según precisan desde la AEB, que lo considera un comité «pagado a golpe de talonario por los lobbies independentistas».

Y ponen como ejemplo, el hecho de que miembros de ese comité de expertos, como es el caso de Lusine Kharatyan, participara en una conferencia organizada por Òmnium Cultural y por la propia Generalitat, y en el que intervinieron asociaciones defensoras del monolingüismo, no solo de Cataluña, sino de la Comunidad Valenciana o de Baleares. Este encuentro se produjo el 15 de junio en Barcelona y versó «sobre cómo las organizaciones de la sociedad civil europea pueden proteger mejor la educación en lenguas en peligro y minorizadas y fortalecer los derechos lingüísticos en general».

En concreto, Kharatyan, puso en valor algunos logros en el desarrollo del sistema de inmersión lingüística. También ilustró cómo la Carta había influido en algunos territorios para desarrollar sus propias medidas lingüísticas y subrayó posibles áreas de mejora, como una participación más activa de los hablantes en todas las etapas de la aplicación, más actividades de sensibilización y un mayor enfoque en las recomendaciones para la acción inmediata.

Informe del Parlamento Europeo

Los defensores de la inmersión están utilizando también este informe del comité de expertos para intentar contrarrestar el informe aprobado sobre el Parlamento Europeo, muy duro, contra el sistema de inmersión lingüística. Este informe fue fruto de la visita de un grupo de europarlamentarios a Cataluña, para conocer de primera mano cómo se estaba desarrollando este sistema.

En el texto se deja claro que en Cataluña se debería dar el mismo trato en el ámbito educativo al español y al catalán; da un varapalo a la Generalitat por el incumplimiento de las resoluciones judiciales que avalan el 25 % de castellano; y también muestra su «preocupación» por casos «exclusión social, intimidación y acoso contra niños y padres», que han solicitado más educación en español. También condena los discursos de odio y exige a la Generalitat que vigile «de cerca este comportamiento inaceptable y sancione a los autores».