Salvador Illa recibe a Quim Torra en la GeneralitatEuropa Press

Política

Illa completa su ronda de blanqueamiento a los líderes del ‘procés’ recibiendo a Quim Torra en la Generalitat

El expresidente fue inhabilitado por negarse a retirar unos carteles de apoyo a los «presos políticos»

Tras recibir con honores en el Palau de la Generalitat a los expresidentes José Montilla, Jordi Pujol y Artur Mas, el actual líder del gobierno catalán, Salvador Illa, ha hecho este jueves lo propio con Quim Torra. A la espera de saber cómo se concretará su reunión con Carles Puigdemont –una posibilidad que el entorno de Illa mantiene abierta–, la recepción con honores a Torra supone el último eslabón de una cadena de blanqueamiento a los líderes del procés independentista.

Cuando recibió a Pujol –inmerso en un proceso judicial acusado de cohecho, tráfico de influencias o delito fiscal, entre otros–, Illa dijo de él que era «una de las figuras más relevantes de la historia política de Cataluña», y algo parecido ocurrió con Artur Mas. «Es una figura política que ha trabajado y trabaja para la continuidad de la institución», loaba Illa, sin mencionar que el líder convergente cumplió condena por inhabilitación por organizar el referéndum de noviembre de 2014.

Salvador Illa y el expresidente Quim Torra, en la GeneralitatEuropa Press

Con Torra, misma historia. El expresidente, que fue investido presidente de la Generalitat en mayo de 2018, tras la aplicación del 155, fue condenado a 15 meses de inhabilitación apenas un año y medio después, por negarse a retirar en el plazo marcado por la Junta Electoral Central una pancarta favorable a los «presos políticos» de la fachada del Palau de la Generalitat en Barcelona, el mismo edificio en el que ha sido recibido por Illa.

Desde el Govern hacen oídos sordos a la situación judicial de los expresidentes independentistas e insisten en que la ronda de contactos con los predecesores de Illa tiene el objetivo de «dignificar» la Generalitat, mostrar el respeto debido a los expresidentes y trasladar «un mensaje de continuidad de la institución más allá de quién la haya ocupado».