Un profesor escribe en la pizarra de un aulaPixabay / Pexels

Cataluña

Un padre pide al colegio que «identifique» a alumnos catalanoparlantes para sentarlos junto a su hijo

  • Se queja de que su hijo ha llorado porque no podía hablar en catalán con sus compañeros

  • La AEB asegura que no hay adjetivos para la carta, que considera «miserable»

La llamada red de Familias por el Catalán ha hecho pública la carta que un padre ha dirigido tanto a la tutora, como a la directora del centro en el que estudia su hijo de seis años. No se dan más detalles, solo que se trata de una escuela pública y que está situada en una ciudad capital de comarca. En la carta, el padre se queja porque todos los niños no hablan catalán y sugiere varias medidas que el centro puede implantar para que la inmersión lingüística sea real y efectiva.

Para empezar, este padre asegura que su hijo ha llorado porque «se sentía mal» al no poder hablar en catalán con sus compañeros de clase. El pequeño les ha explicado que «lo intentaba, pero que no podía». Este padre dice sentirse «impotente» y «culpable», a pesar de no haberlo «presionado nunca» para mantener el catalán en la escuela.

Pero él, añade el padre, «percibe que para nosotros es importante y también percibe nuestra preocupación por el estado del catalán en la escuela». Le preocupa un retroceso en el uso de esta lengua. Y pone como ejemplo que, al pasar de infantil a primaria, «se ha dividido el grupito de niños catalanohablantes que se había creado» en el curso anterior.

Ante este panorama, pide a la directora y a la tutora «una intervención específica» en este caso, pero también en otros que hayan quedado «invisibilizados». Y, en este sentido, propone una serie de medidas. Así, por ejemplo, plantea «ayudar a mi hijo a identificar a los niños catalanoparlantes del aula. Sentarlos juntos una temporada y animarlos a hablar en catalán entre ellos».

Otra de las medidas pasaría por «establecer la norma en la escuela de que todos los alumnos se dirijan en catalán con los docentes y los monitores». Y pone como ejemplo de esta forma de actuar la Bressola, la red de escuelas situadas en el sur de Francia en el que se aplica el modelo de inmersión lingüística en catalán, y en general, apostilla, «en toda la escuela inmersiva».

No puede ser, asegura, que la mayoría de compañeros de su hijo, tras esos años en la escuela, «no sepan hablar catalán o lo hagan haciendo grandes esfuerzos». Este desconocimiento apunta, les convierte en «monolingües castellanoparlantes». También propone como tercera medida que se hagan «prácticas semanales de conversación en catalán».

«Toman nota»

La directora ha respondido a la carta asegurando que «toman nota» de las propuestas para «incorporarlas en las medidas que ya se aplican en la escuela». También dice ser consciente de la situación que describe este padre, con relación al uso del catalán en el centro.

Para la Asamblea por una Escuela Bilingüe, «cuesta encontrar los adjetivos» ante lo que considera una «miserable» carta de un padre «que no solo quiere que su hijo estudie solo en catalán, es que además quiere que los demás no usan otra lengua» que no sea este idioma. Y se pregunta: «¿Imaginan la misma carta cambiando catalán por castellano? ¿Qué pensaríamos?».