Colas kilométricas en Barcelona para visitar el buque Juan Carlos I el Día de la Fiesta Nacional

Cataluña

Los catalanes van en masa a visitar al Juan Carlos I a pesar de las trabas del Puerto de Barcelona

Unas 11.000 personas han visitado el portaaeronaves Juan Carlos I durante su estancia en Barcelona. Todo un éxito, teniendo en cuenta las trabas que puso el Puerto de Barcelona y, en concreto, su presidente, Lluís Salvadó, que dificultó que los ciudadanos pudieran acercarse hasta el mayor buque de la Armada, que atracó en el puerto de la capital catalana el sábado por la mañana y zarpó el domingo por la noche. Desde el barco, el Rey y el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, pudieron seguir la regata de la Copa del América de Vela.

El comandante Naval de Barcelona, Javier Moreno Susanna, consiguió que el Juan Carlos I viniera a Barcelona coincidiendo con la celebración de la competición de vela, pero también el día de la Fiesta Nacional, el 12 de octubre. Y esa jornada, precisamente, los ciudadanos podían visitar el portaaeronaves. Se registraron colas, a pesar de que no se podía acceder al barco ni en coche particular, ni a pie. Los visitantes tenían que hacer cola cerca del Moll Barcelona, ante el hotel Eurostars y, desde allí, coger un bus lanzadera que fletó la Inspección General del Ejército para llegar al muelle adosado en el que estaba el Juan Carlos I.

En un primer momento, estaba previsto que el buque estuviera en el mismo muelle que el Juan Sebastián de Elcano, el Este, de fácil acceso, pero según fuentes del Puerto de Barcelona, fue una decisión personal del aún presidente de la infraestructura, Lluís Salvadó (ERC), que a última hora decidió enviar al Juan Carlos I a la terminal de cruceros, unos cuantos quilómetros dentro del Puerto de Barcelona. Salvadó, recordemos, es uno de los ex altos cargos de la Generalitat investigados por el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona por su participación en los preparativos del referéndum ilegal del 1 de octubre.

Interior del Juan Carlos IAlbert

Aun así, y a pesar de esas dificultades, los ciudadanos no se desanimaron y grandes y pequeños pudieron disfrutar de la visita. Es el caso de Albert, que venía de Terrassa junto a sus hijos, y que se mostró «encantado» con el barco y sobre todo «orgulloso de ser español y de mis Fuerzas Armadas». A otros visitantes más pequeños les gustó «el coche que tenía la metralleta», a otros, los camiones. Pero todos coincidieron en que no podían desaprovechar la ocasión para ver el Juan Carlos I. recordemos que también fue un éxito la estancia del Juan Sebastián de Elcano en Barcelona, que también recibió la visita de unas 10.000 personas a principios de septiembre.