El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en la ofrenda floral ante la tumba de CompanysEuropa Press

Cataluña

Los independentistas equiparan la Cataluña de hoy con la de Companys: «Se mantiene la represión»

  • El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, recuerda en el 84º aniversario del fusilamiento de Companys su defensa de la paz y de la democracia

Esta mañana, en el cementerio de Montjuic, representantes de los partidos políticos y también el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, se han acercado a la tumba del expresidente Lluís Companys para rendirle homenaje en el aniversario de su fusilamiento. Los partidos independentistas insisten en hacer una comparativa entre entonces y ahora, y consideran que en Cataluña no hay normalidad porque continúa la «represión».

Así lo ha asegurado la presidenta de Junts, Laura Borràs, quien ha explicado que «cambian los tiempos, cambian los métodos, pero se mantiene la pulsión represiva del Estado español». Se refiere Borràs a que Companys fue fusilado y ahora «tenemos a un presidente en el exilio que no puede volver porque el aparato judicial español, sin miramientos, no quiere aplicar una ley que emana de su propio parlamento». De ahí que Borràs haya lamentado que el presidente de la Generalitat sea «un presidente de la normalidad cuando en Cataluña todo es muy poco normal».

Pero la presidenta de Junts también ha criticado al Estado por no haber hecho «la restitución completa del presidente Companys». Considera Borràs que la solidez de las naciones también se demuestra con la «calidad de su memoria» y por este motivo, ha añadido, «conviene hacer memoria y tener presenta todo lo que ha pasado y continúa pasando, porque Cataluña no ha renunciado ni renunciará a sus ideales».

Desde Demócrates per Catalunya, partido vinculado a Junts, han asegurado que Cataluña lleva «84 años de represión», aunque su portavoz, Albert Torelló, ha precisado que ahora es diferente porque el Estado «ya no tiene capacidad de ejecutar», aunque ha insistido en que hay «una revuelta de las togas contra las leyes», en referencia a la ley de amnistía.

El secretario general adjunto de ERC, Juli Fernàndez, ha usado otro tono, y ha instado al Estado a que se disculpe de forma «solemne» por los crímenes del franquismo contra republicanos y por el asesinato de Companys. De hecho, Esquerra pide que se restituyan a todas las personas y organizaciones a las que se robó el patrimonio. Y también considera «evidente» que hay poderes con vínculos con el pasado que no aplican la amnistía.

También la presidenta del grupo parlamentario de la CUP, Laia Estrada, dice que su formación va a combatir «la falsa normalidad que pregona el nuevo gobierno de Illa», falsa normalidad, asegura, porque, a su juicio, la represión continúa, aunque ya no haya fusilamientos. Pero considera que hay también represión «contra el movimiento independentista, pero también contra el feminista, el sindical y los movimientos populares de defensa del derecho a la vivienda».

Salvador Illa

El gran aludido, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha recordado el «compromiso» de Lluís Companys con Cataluña y la defensa del expresidente de la paz y la democracia. Y ha hecho un llamamiento a reforzar la diplomacia para evitar que el mundo se rija «por la ley del más fuerte».

También ha defendido que la figura de Companys trasciende a los partidos, porque se ha convertido en un «símbolo del catalanismo y de todas las víctimas de la dictadura». Para Illa, recordar la memoria de Companys es necesario porque para avanzar hacia un futuro mejor hay que mantener mejor la «memoria histórica y colectiva de los que defendieron la democracia».

La líder de los Comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, ha reclamado al Govern que la primera ley que apruebe sea la de memoria democrática «tal y como están exigiendo las entidades memorialistas». Considera que «el mejor antídoto contra los discursos de odio siempre será la memoria».