El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en el pleno de este miércoles en el ParlamentDAVID OLLER / EUROPA PRESS

Política

Illa insiste en sacar a la Policía de la comisaría de Via Laietana, pero asegura que no es una «expulsión»

Asegura que el objetivo es «significar y hacer honor a las personas torturadas en unos años negros»

El PP y el PSC han protagonizado este miércoles un choque en el Parlament de Cataluña por la intención del gobierno catalán de convertir la actual comisaría de la Policía Nacional en la Via Laietana de Barcelona en un «espacio de memoria». En la primera sesión de control de la legislatura, el líder del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, ha afeado al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, que busque «la expulsión definitiva» de los agentes de este emplazamiento.

Fernández ha dicho que «los edificios no torturan», y ha asegurado que los miembros de la Policía Nacional de hoy, «de impecable servicio democrático», no merecen pagar las culpas de lo ocurrido allí durante la dictadura de Franco. «Tampoco se puede considerar como culpables de las torturas cometidas hace 60 años a los policías que quedaron tetrapléjicos en los salvajes ataques del Tsunami, a los que usted humilla con esta decisión», ha criticado el diputado popular.

«Barcelona necesita más policías, no menos», ha concluido Fernández, a lo que Illa ha respondido pidiéndole no perder «el sentido de realidad». «Aquí nadie expulsa a nadie», le ha dicho, expresando su reconocimiento a todos los cuerpos de seguridad que operan en Cataluña y celebrando la «buena relación» entre la Policía Nacional, la Generalitat y los Mossos d’Esquadra.

Así, Illa ha considerado que sacar a los agentes de esta comisaría para convertirla en un memorial no es una «expulsión» sino que tiene más que ver con «significar y hacer honor a las personas torturadas en unos años negros». «No tiene nada que ver con lo que usted está diciendo», ha insistido el presidente catalán.

Marlaska no está por la labor

La defensa de Illa de esta decisión nace de una resolución pactada con los Comunes y aprobada la semana pasada en el debate de política general. La resolución prevé que el movimiento en Via Laietana se produzca antes de acabar el año, pero lo cierto es que desde el Gobierno de España no se ve con buenos ojos la operación. Hasta la fecha, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, siempre se ha opuesto a ello.

Cerrar la comisaría de Via Laietana es una de las viejas reivindicaciones de los movimientos separatistas, que suelen fijarse en este punto del centro de Barcelona para celebrar manifestaciones. Un momento clave en este sentido fueron –como señalaba Fernández en su intervención– las concentraciones violentas de Tsunami Democràtic en 2019.