Toni Comín junto a Carles Puigdemont, en una imagen de archivoEFE

Cataluña

Un correo pirata y el desvío de 15.000 euros agravan la crisis del 'número dos' de Puigdemont en Bruselas

El Consell de la República denuncia que alguien suplantó la identidad de Comín para enviar una falsa carta de dimisión

El eurodiputado electo de Junts y ‘número dos’ de Carles Puigdemont en Bruselas, Toni Comín, afronta una nueva crisis por su gestión del Consell de la República, el órgano con visos de gobierno paralelo creado por el expresidente de la Generalitat en 2018. Esta semana trascendía una auditoría que ponía negro sobre blanco las acusaciones de irregularidades económicas que se le hicieron a Comín, vicepresidente del Consell.

En concreto, la auditoría revela que Comín desvió 15.530 euros de los fondos del Consell para «gastos no justificados», como contratar un coche de alquiler, abonar tarifas de párking o alquilar un apartamento, además de haber retirado hasta 6.000 euros en efectivo. En un comunicado, el vicepresidente de la entidad se defendía diciendo que no se trata de caprichos personales, sino de gastos de representación en viajes institucionales al sur de Francia.

Esta defensa choca con el redactado de la auditoría, revelado por el digital El Món, que recoge que «es fundamental que se presente una justificación detallada del uso de estos fondos en relación con los intereses y finalidades de la entidad, así como la aprobación por algún órgano colegiado de la entidad, función que en la actualidad desarrolla el Consejo de Administración».

Correo pirata

En medio de la polvareda levantada por estas revelaciones, este miércoles por la tarde tuvo lugar un nuevo episodio del serial del Consell de la República: alguien pirateó el correo electrónico de la entidad y envió desde su servidor un correo electrónico usurpando la identidad de Comín y anunciando falsamente su dimisión.

La carta se hizo llegar a todas las personas vinculadas a la entidad, e iba firmada por un «atentamente, exvicepresidente del Consell». En el texto, el falso Comín anunciaba su dimisión, y asumía la «responsabilidad» de unas acciones que suponen una «muestra de corrupción».

Cabe recordar que este no es el único frente abierto de Comín, ya que todavía está pendiente de tomar posesión de su escaño de eurodiputado, después de no haber viajado a Madrid para jurar la Constitución para evitar ser arrestado, ya que pesa sobre él una orden de detención y aún no se la ha aplicado la Ley de Amnistía.