No hay apaciguamiento en Cataluña: hay más «violencia política» y la llevan a cabo independentistas

El año pasado se registraron en Cataluña 175 incidentes de violencia política, lo que supone un incremento de casi un 13 % respecto al año anterior. En 2022 se contabilizaron 155. Así consta en el último informe del Observatorio Cívico de la violencia Política en Cataluña que elabora la entidad Impulso Ciudadano. La totalidad de este tipo de violencia u odio político vinieron del sector independentista.

Esta radiografía, demuestra, según los impulsores del estudio, que «la dependencia del Gobierno de España del independentismo catalán, como contrapartida a su apoyo, no ha contribuido a reducir el número de incidentes registrados». En definitiva, no ha contribuido a que llegue la supuesta normalidad que defiende el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y también el de la Generalitat, Salvador Illa.

Y todo ello, según Impulso Ciudadano, se puede comprobar en el incremento de incidentes de odio en redes sociales o «manifestaciones de odio y xenófobas» en los medios de comunicación públicos de Cataluña. En este ámbito se incluyen las campañas de señalamiento en redes de particulares y personas de relevancia pública procedentes del ámbito nacionalista-independentista.

Y como ejemplos de violencia política u odio ideológico se incluyen los ataques que sufrió la enfermera de Cádiz, a quien no le renovaron el contrato en el hospital Vall d’Hebron por criticar que tuviera que tener un C1 de catalán para opositar en Cataluña. También están los ataques a carpas del Partido Popular y de Vox, por ejemplo, en las semanas previas a las elecciones.

Hispanofobia

Por lo demás, la hispanofobia se consolida como «el eje» de ese discurso de odio político. De hecho, representa prácticamente la mitad de los hechos denunciados. Así se ha mantenido en los dos últimos años analizados, 2022 y 2023, cuando, por ejemplo, en 2020 y el 2021 el porcentaje se situaba en torno al 30%. A los discursos y mensajes hispanófobos le siguen el acoso, con 34 incidentes, los escraches, las injurias, el enaltecimiento del terrorismo, el daño y deslucimiento de bienes, las agresiones físicas, el escarnio y las amenazas.

Otra cuestión a tener en cuenta que este tipo de violencia política la ha ejercido prácticamente en su totalidad desde el sector independentista. En los últimos ejercicios se ha movido en torno al 95%, pero este porcentaje es incluso superior en los dos últimos estudios. Según el análisis de 2022, el 98,70% de los episodios de odio ideológico fueron protagonizados por secesionistas.

En 2023 se llega al 100%. Son todos, los 175 registrados. Por todo ello, para Impulso Ciudadano «se puede afirmar de manera rotunda que la violencia política y el odio ideológico en Cataluña son fenómenos casi exclusivamente nacionalistas y secesionistas, y que la violencia política anti independentista es absolutamente residual e inexistente».

Y con relación a las víctimas de este tipo de violencia ideológica, en torno a tres cuartas partes de los casos han sido personas o entidades contrarias a la independencia. Pero también se da violencia de independentistas a otros independentistas. Es un porcentaje menor, un 5,7 %, una cifra similar a la que reflejó el estudio del año pasado.

No hay «apaciguamiento»

Yendo más al detalle, es último informe recoge un aumento importante de los ataques a partidos políticos, ya sea sedes, carpas o actos. En 2023 se produjeron 35 agresiones, casi un 15% más que el año anterior. Según Impulso Ciudadano, «se desmiente también en este parámetro el discurso oficial del Gobierno de España sobre el apaciguamiento y normalización de la vida política catalana». Y es que la mayoría de estos ataques se dirigieron hacia partidos contrarios a la independencia, y especialmente Vox, que acumula 18 de esos ataques.

En cambio, se reduce drásticamente los incidentes contra entidades cívicas no nacionalistas. Y se mantiene aquellos que se llevaron a cabo contra autoridades, profesionales e instituciones con 42 incidentes registrados. Los actos contra el Rey y la Corona, con 7 incidentes, vuelve a encabezar la lista de ataques a autoridades e instituciones y dobla el porcentaje de 2022. Y es en el ámbito municipal donde más se producen este tipo de incidentes.