Toni Comín junto a Carles Puigdemont, en una imagen de archivoEFE

Cataluña

Acusan a la mano derecha de Puigdemont de llevarse donaciones para los mossos que ayudaron en su fuga de Barcelona

El dinero habría servido para pagar una deuda de Toni Comín de 2022

El vicepresidente del Consejo de la República, el chiringuito creado por Carles Puigdemont en Waterloo, Toni Comín, también se habría llevado dinero de las donaciones que estaban destinadas a los agentes de los Mossos de Esquadra que fueron arrestados por haber ayudado al expresidente de la Generalitat a escapar de Barcelona. Dinero que habría utilizado para saldar una deuda de 2022.

Es lo que recoge una carta del consejo de administración de CatGloblal, la entidad que da cobertura el Consejo de la República, y que parece corroborar las «posibles irregularidades» que ya halló la auditoría Senior Auditing, que fiscalizó las cuentas del chiringuito de Puigdemont.

En este escrito, al que ha tenido acceso el diario digital El Món, CatGlobal también asegura que es «muy grave que se hayan desviado las donaciones hacia un pago que no ha sido aprobado según las normas establecidas durante la auditoría, ni informado a nadie».

Comín no solo se habría llevado dinero que iba a servir para ayudar a esos agentes, sino también parte de las aportaciones que los independentistas habían hecho para financiar el acto del 8 de agosto en Barcelona, la gran aparición de Carles Puigdemont en la capital catalana aprovechando la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat.

«Gastos no justificados»

Hace solo unos diez días se hizo público que, según la auditoría, Comín hizo «gastos no justificados» por valor de 15.530 euros. Este dinero se destinó al alquiler de coches y aparcamientos, multas de tráfico, viajes y también la retirada de unos 6.000 euros en efectivo.

Según explica El Mon, «la punta del iceberg» que detectan los responsables de CatGlobal es el pago de una factura de casi 69.000 euros a la empresa Valtiq, que se dedica a la organización de actos, para un acto de conmemoración del Primero de Octubre de 2022.

Explican que el anterior gerente del Consejo, Sergi Miquel, la rechazó, pero en 2023, cuando Comín asumió la dirección técnica, aprovechó para introducirla en la contabilidad de 2023. De esa cantidad, se llegaron a abonar 40.000 euros, y quedó una deuda de unos 29.000, que es la deuda a la que se refieren los responsables de CatGlobal.

Lo cierto es que la presión sobre Toni Comín aumenta. Él se ha defendido y ha asegurado que todas las partidas y gastos están justificados, porque responden a viajes que hizo al sur de Francia, donde Junts ha hecho múltiples actos desde la huida de Carles Puigdemont a Bélgica. Pero el auditor pide más «detalles» de para qué se usaron esos fondos y un acta del Consell «en que se aprueba la realización de esos viajes».