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Cataluña

Así aplican y calculan los ayuntamientos catalanes la nueva tasa de residuos

Algunos tienen en cuenta solo los metros cuadrados de la vivienda; otros el consumo de agua, y los hay que tienen en cuenta ambos conceptos. Algunos consistorios ya la están aplicando, y otros se esperarán al año que viene

Abril de 2025. En esa fecha tiene que estar implantada en todos los municipios de España una tasa de residuos que debe cubrir la totalidad del coste del servicio, que en ningún caso tiene que ser deficitario: desde la recogida de basura, pasando por el transporte, la gestión y llegando al tratamiento de estos residuos. Todo ello viene marcado por una directiva europea que tiene una filosofía clara: quien contamina, paga. Y eso son los ciudadanos y las actividades económicas.

Según el informe «La tasas de residuos en España 2023», elaborado por el Observatorio de la Fiscalidad de los Residuos, en nuestro país, de media, solo se cubre el 58,8% de los costes del servicio. Por este motivo, se prevé una subida generalizada e importante de la tasa o de las tasas de residuos, porque no se especifica cómo se debe aplicar.

Hay ayuntamientos que mantienen una sola tasa aplicando las subidas que consideren oportunas, y hay otros que tendrán dos. Y también cada municipio ha aplicado la fórmula que considera más oportuna para calcularla. Algunos ya han empezado a aplicarla; otros las han recogido en sus ordenanzas municipales para el próximo año y otros la están acabando de concretar.

En el caso de Cataluña, en Lérida se tendrá en cuenta los metros cuadrados de la vivienda; mientras que en Barcelona se mantendrá como referencia el consumo de agua, y en Gerona se calcula con un doble parámetro: los metros cuadrados de la vivienda y el consumo del agua. ¿Y por qué el consumo del agua? Porque según estos ayuntamientos y también algunos expertos, hay una correlación entre consumo de agua y generación de residuos.

Se supone, según explica Pablo Pellicer, del Observatorio de la Fiscalidad de los Residuos, que si se consume más agua, es porque en esa vivienda viven más personas, y, por lo tanto, generarán más residuos. En este sentido, cree que es más «equitativo» una tasa progresiva que no una única para todos los hogares. Es decir, que hay que introducir mecanismos para diferenciar viviendas porque, en caso contrario, quien menos residuos genera, está «subvencionando» a los que generan más. Como decíamos, no hay una directriz clara y cada ayuntamiento la calcula y la aplica a su manera. Pongamos algunos ejemplos.

Algunos casos concretos

En Badalona, por ejemplo, se ha empezado a aplicar la tasa que es de 108 euros anuales por vivienda. En este caso, no se hacen distinciones. Los ciudadanos de este municipio, desde hacía décadas, no pagaban ninguna tasa por recogida de residuos, a diferencia de lo que pasaba en la mayoría de municipios. Para facilitar el pago, podrá dividirse en cuotas de nueve euros mensuales.

En el caso de Hospitalet, la nueva tasa se calculará ponderando los metros cuadrados de los domicilios y el número de personas empadronadas. Estamos hablando del área doméstica, en el caso de las actividades económicas y comerciales los cálculos serán otros. De esta forma, y según el consistorio, la mitad de las familias de este municipio pagarán menos de 100 euros anuales por este concepto, y la otra mitad más de 100. El consistorio prevé bonificaciones en la cuota, aunque serían aplicables en 2026, que tendrían en cuenta las visitas al ‘punto limpio’ municipal y los móviles.

En Gerona se complica la cosa un poco más, porque la tasa doméstica de residuos tendrá hasta 35 importes diferentes (en lugar de los dos que había hasta ahora). Como hemos dicho con anterioridad, se tendrá en cuenta para calcularla, la superficie de las viviendas y el consumo anual de agua que hayan hecho. Y, de forma general, esta tasa irá desde los 200 hasta los 390 euros. En cualquier caso, subirá para el 81% de los hogares de Gerona.

En Lérida solo se tendrán en cuenta los metros cuadrados de la vivienda, pero, en cualquier caso, la tasa se multiplica por tres. De entrada, habrá una parte fija de 81,05 euros anuales que se aplicará en toda la ciudad, excepto en Horta. Y a esta cantidad hay que añadir una tarifa variable en función de lo grande que sea la vivienda: así, por ejemplo, las que tienen hasta 100 m² pagarán 13,85 euros más; las de entre 100 y 170 m², 30,55 euros más; y las de más de 170 m², verán incrementada la parte variable en 47,30 euros.

Y en algunos municipios de la comarca del Vallès Occidental (Barcelona), como Sabadell, Terrassa, Rubí, Santa Perpètua de Mogoda, Sentmenat y Ullastrell, se cobran dos tasas de residuos: una municipal y la que viene con el sello de Consejo Comarcal. Este año ya se ha cobrado. Y si ponemos el ejemplo concreto de Terrassa, hay que tener en cuenta que, de media, cada hogar de tres o cuatro personas tendrá que pagar 128,36 euros al consistorio. Y a eso hay que añadir 71,8 euros más de la segunda tasa. En total, los ciudadanos de Terrassa pagarán por toda la gestión de residuos unos 200 euros, o lo que es lo mismo, unos 76 euros más que en 2023.

Cada ayuntamiento la calcula a su manera, algunos la han empezado a cobrar, otros no. Pero los consistorios con los que ha podido hablar El Debate reconocen que ha sido un «auténtico quebradero de cabeza», además de ser técnicamente complicado. Y no descartan introducir cambios en años posteriores para aplicar bonificaciones o hacer otros retoques.