La portavoz del Govern, Sílvia Paneque, durante la comparecencia en la que se ha nombrado a Andreu Navas como director de la ATCEuropa Press

Cataluña

La Generalitat empieza a «reforzar» la Agencia Tributaria de Cataluña como paso previo a la nueva financiación

Andreu Navas es elegido nuevo director del organismo para «mejorar» la financiación

Andreu Navas es el nuevo director de la Agencia Tributaria de Cataluña y será la persona encargada de pilotar este organismo par adaptarlo al acuerdo firmado entre PSC y ERC, y que contempla la llamada financiación singular. Un acuerdo que incluye que Cataluña recaude y gestione todos los impuestos, empezando por el IRPF en 2026. Para poder hacerlo posible, el propio presidente de la Generalitat, Salvador Illa, habló de «redimensionar» la ATC, y de ello se encargará Navas.

El nuevo presidente de la Agencia Tributaria catalana es diplomado en Ciencias Empresariales por la Universidad Rovira i Virgili, y también es licenciado en Derecho y en Administración y Dirección de Empresas por la Universitat Oberta de Catalunya. Es técnico superior de adminsitración especial en la Diputación de Tarragona, concretamente del organismo autónoma Base-Gestión de Ingresos, que se encarga de la gestión, liquidación, inspección y recaudación de todo tipo de ingresos de este organismo.

La consejera de Territorio y portavoz de la Generalitat, Sílvia Paneque, ha asegurado que Andreu Navas se encargará de «pilotar el proceso de mejora» de la financiación catalana y también de gestionar la recaudación del IRPF en 2026, tal y como contempla el pacto con ERC. De momento, tanto el gobierno central como el catalán ya están trabajando en ello y se va a crear un grupo de trabajo para estudiar cómo reforzar la Agencia Tributaria de Cataluña. Estará formado por ocho personas, cuatro de la consejería de Economía de la Generalitat y cuatro más del Ministerio de Hacienda.

Y, de forma paralela, la Generalitat ya ha puesto en marcha un grupo de expertos para diseñar e implementar ese nuevo modelo de financiación singular. El grupo está liderado por el economista Martí Carnicer, que ya trabajó en el modelo de financiación de 2009 junto al entonces consejero de Economía Antoni Castells.

Y, en el horizonte, 2026, para que la Agencia Tributaria de Cataluña gestione el IRPF. Actualmente, este organismo cuenta con 874 trabajadores. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, habló de multiplicar por cuatro esa cantidad, que aún quedaría por debajo de los algo más de 4.000 con los que cuenta la AEAT en Cataluña.

La ATC gestiona actualmente los impuestos propios, como los que gravan las bebidas azucaradas, los del medio ambiente; y los cedidos, es decir, el Impuesto de Patrimonio y el de Sucesiones. Si se acaba llegando a un acuerdo, la idea es que gestione los tres principales impuestos en cuento a recaudación se refiere: IRPF, IVA y Sociedades. En el caso de la declaración de la renta, por ejemplo, la hacienda catalana colabora con la estatal. Pero si en Cataluña se han presentado unos 4,2 millones de declaraciones, la ATC atendió a unos 14.000 contribuyentes.

Otro dato a tener en cuenta, es que la Agencia Tributaria estatal cuenta con entre 1.200 y 1.300 personas dedicadas casi en exclusiva a las labores propias de la gestión del IRPF a tiempo completo. Cifra que prácticamente dobla a los trabajadores con los que cuenta la ATC. Pero no se trata solo de trabajadores que están para cubrir la campaña de la renta, para prestar asistencia a los contribuyentes, sino también el resto de servicios que lleva aparejada la gestión y la comprobación del impuesto.

Dudas entre los trabajadores

Teniendo en cuenta la premura de tiempo, como ha reconocido el presidente de la Generalitat y el personal que sería necesario, trabajadores de ambos organismos ven complicado que se pueda llevar a cabo, y a tiempo. Desde luego, no creen que eso sea posible con una oferta pública de ocupación, como aseguraba a El Debate el secretario general de Gestha, el sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, José María Mollinedo, porque sería muy numerosa y con poco tiempo para prepararla.

Recordaba que, en otras circunstancias parecidas, en transferencias de servicios a las comunidades autónomas, la administración receptora ha hecho «una oferta a las personas que estaban desarrollando ese trabajo». A partir de ahí, aseguraba Mollinedo, se tendría que tener en cuenta la experiencia de estos trabajadores y por supuesto «que la oferta sea lo suficientemente atractiva».

Y también hay que tener en cuenta otra cuestión, según apuntaba el secretario general de Gestha. Los trabajadores que se han incorporado en los últimos años a la Agencia Tributaria estatal, en Cataluña, son mayoritariamente originarios de otras comunidades autónomas, y están «deseosos de volver a los territorios donde está el núcleo de sus relaciones vitales, de sus relaciones afectivas o familiares». De hecho, hay un 30% más de funcionarios que en el último panel de movilidad se han trasladado desde Cataluña a otras autonomías.