El doble estándar del ‘consejero del catalán’: exige no cambiar al castellano, pero celebra si ocurre al revés
El enfoque de Xavier Vila en su entrevista a Catalunya Ràdio genera polémica
En una reciente entrevista concedida a Catalunya Ràdio, el conseller de Política Lingüística de Cataluña, Francesc Xavier Vila, abordó los resultados de una encuesta sobre el estado del catalán que refleja una percepción generalizada de que la lengua atraviesa un momento delicado. Según los datos, más del 53% de los encuestados considera que la situación del catalán no es buena, especialmente entre quienes lo utilizan como lengua habitual o propia.
El conseller enfatizó que, aunque la encuesta no identifica causas específicas, el deterioro del catalán podría atribuirse a factores como los cambios demográficos y la falta de oferta lingüística en ciertos ámbitos. Aun así, destacó que esta situación no genera conflicto social, ya que, según él, «la sociedad está abierta a negociar la lengua en situaciones individuales».
Uno de los resultados más llamativos de la encuesta es que la mayoría de los catalanohablantes admite cambiar de lengua con frecuencia, pese a preferir usar el catalán, para evitar posibles problemas. En contraste, este cambio es menos común entre los castellanohablantes. Vila destacó que estos datos reflejan un amplio consenso social: el 62% de la población apoya la implementación de medidas para proteger el catalán, mientras que solo un 15% se opone a ello.
Sin embargo, el enfoque del conseller ha generado debate. Mientras Vila insiste en que es responsabilidad de todos proteger y potenciar el catalán, reconoce que solo un 6% de los hablantes nunca cambia de lengua. A su juicio, revertir esta tendencia requiere un esfuerzo conjunto, no solo de los catalanohablantes sino también de quienes no lo hablan habitualmente.
El conseller también puso en valor las acciones que ya se han tomado, como la creación de 117 nuevas aulas de acogida para niños y adolescentes recién llegados, donde podrán aprender catalán como parte de su proceso de integración. No obstante, subrayó que el sistema educativo no es suficiente y que se necesita actuar en otros espacios, como el ocio y las relaciones interpersonales, para fomentar el uso del catalán.
El conseller concluyó afirmando que proteger la lengua es una cuestión de cohesión social: «El catalán forma parte de los derechos y deberes del proceso de integración, pero debe hacerse sin crispación ni fragmentación de la sociedad».
Pese a su discurso conciliador, las declaraciones de Vila han avivado críticas por lo que algunos consideran un doble estándar: mientras anima a los catalanohablantes a no cambiar al castellano, celebra cuando un castellanohablante adopta el catalán. Este planteamiento pone de relieve las tensiones en torno al uso de las lenguas en Cataluña, donde el debate sigue siendo tan complejo como la situación misma del catalán.