Una pareja con su mascotaUnsplash / Chewy

Natalidad

Los ‘perrhijos’ ganan el pulso demográfico a los niños en Cataluña

La brecha entre fallecimientos y nacimientos en Cataluña no deja de aumentar mientras los registros de mascotas se disparan

En los últimos años, la brecha entre fallecimientos y nacimientos en Cataluña ha aumentado hasta alcanzar números impactantes. Si analizamos el último lustro, vemos que la diferencia ha aumentado hasta el 22,13 %: según los datos del Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat), en los últimos cinco años han nacido 288.245 nuevos catalanes mientras que fallecieron 352.041 personas, lo que supone una diferencia de 63.796 personas.

Pongamos varios ejemplos. En 2019 nacieron 61.548 niños y fallecieron 64.547 personas: una diferencia en contra del crecimiento de 2.999 personas. El tema empeoró en 2023, último año del que tenemos datos oficiales: nacieron 54.217 niños y fallecieron 67.662 personas. Equivale a un saldo negativo de 13.445 personas.

Estas cifras contrastan con el aumento de mascotas en los hogares como sustituto de los niños, que ha aumentado de manera exponencial. En Barcelona, en junio de 2019 había registradas en la ciudad 65.214 mascotas. Cinco años después, en junio de 2024, eran ya 84.636. Ello supone un incremento de 19.422, del 29,8 %. Es decir, el porcentaje de niños no nacidos en Cataluña es comparable al aumento de mascotas domésticas en Barcelona.

Índice de fecundidad

Para frenar esa situación debería incrementarse lo que denominan el índice de fecundidad, que contempla la edad media de las mujeres en tener su primer hijo y el número de hijos por mujer. Pero es que este índice tampoco favorece en nada el freno de la diferencia numérica, al contrario, la aumenta.

Las mujeres catalanas han bajado de una tasa de natalidad en el 2019 de 1,27 hijos/mujer a 1,11 hijos/mujer en el 2023. Dicho de otra manera, la tasa de fecundidad ha decrecido más de un 5 % en solo cinco años. También ha crecido la edad media de las madres, que han pasado de 32,29 años de media a 32,66 años en estos últimos cinco años. Otro dato que refleja la estadística de Idescat es que los hijos nacidos fuera del matrimonio son el 48,43 % de los natalicios del 2023.

La tensión que produjo la generación del «baby boom», con el crecimiento importante del gasto público por el pago de las jubilaciones previamente cotizadas, no se está viendo compensado con los nuevos nacimientos, más bien todo lo contrario. Y eso que en los últimos años deberíamos observar el fenómeno de la inmigración y su impacto en los nacimientos de nuevos catalanes.

Pero por más que impacten esos nacimientos, estadísticamente no se ven reflejados dada la escasa natalidad de los autóctonos. Desde el 2006 en que se alcanzó una tasa máxima de fertilidad del 12,10 % con 89.024 nacimientos, venimos en caída libre y sin frenos.