Cataluña
Vallcarca, el último reducto antisistema de Barcelona con un vecindario que está harto
Los vecinos denuncian que los okupas «mandan en el barrio» y también piden soluciones para los asentamientos que hay en la zona
Los vecinos de Vallcarca, un barrio que se encuentra en el distrito de Gracia de Barcelona, están hartos de los asentamientos y casas okupadas que hay en la zona, y que generan problemas de seguridad, de convivencia y también de salubridad. Bajo el viaducto de Vallcarca se encuentra uno de estos asentamientos que se ha ido consolidando y creciendo en los últimos años.
Uno de los espacios okupados es el del llamado Ateneu Popular. Está en el número 91 de la avenida de Vallcarca. El desalojo del edificio, que pertenece al fondo Ceberus, estaba previsto para mediados de noviembre, pero se aplazó sine die. En concreto, el inmueble está ocupado desde hace quince años. De hecho, es el cuarto local que ocupa esta entidad que lleva más de 20 años de actividad en el barrio.
Otro inmueble okupado es el de La Fusteria, ubicado en el número 24 de la calle de l'Argentera. Que se define como un «espacio comunitario» y un punto de encuentro vecinal. Está gestionado, entre otros, por el Sindicato de Vivienda de Vallcarca. Y son solo un par de ejemplos, porque hay más en el barrio. Los vecinos denuncian que hubo un «efecto llamada» cuando Eloi Badia, del partido de Ada Colau, fue concejal de distrito. «Hubo mucha permisividad», apuntan los vecinos que, hasta hoy, tampoco se ha corregido. Consideran que son los okupas los que «dominan el barrio».
Y a eso hay que añadir los asentamientos. Dicen los vecinos que esa zona es «un nido de ratas. Eso se ve cada día, las ratas por las noches paseando por ahí». Pero no solo está esa problemática, sino también las molestias que causan a los vecinos: «hasta la una de la madrugada hay ruido y por la mañana temprano empiezan a romper hierros y no te dejan descansar».
Hace solo unas semanas, hasta cuatro grupos ligados a la izquierda antisistema organizaron una «asamblea barraquista» en el barrio. Se trata del Sindicato de la vivienda de Vallcarca, la «asamblea libertaria» Heura Negra, la asociación Som Barri y el Sindicato de Inquilinas. Los mismos grupos que organizan fiestas o calçotadas que, a menudo, no cuentan con la autorización municipal. Y aprovechan los solares abandonados que hay en el barrio.
Y los vecinos, muchos de ellos, lo que quieren es que se puedan construir viviendas en esos terrenos para acabar con los okupas y también con los asentamientos. En este sentido, el presidente del grupo municipal del PP, Daniel Sirera, denunciaba que los vecinos, «tienen miedo», entre otras cosas, porque «se les hace fotos, encienden fuegos que provocan incendios». De ahí que pida al Ayuntamiento que deje de «premiar» a los delincuentes, y de «castigar» a los ciudadanos ejemplares. Y deja claro que «y los terrenos en los que hay asentamientos ilegales deberían usarse para construir vivienda en nuestra ciudad, que tanta falta nos hace».
También denuncian «falta de voluntad política» para solucionar una situación que hace tiempo está enquistada: la de los asentamientos y las okupaciones. Y para demostrarlo, Sirera ofrecía unas cifras. En Barcelona hay unos 70 asentamientos con 269 personas, y, sin embargo, asegura, «el alcalde no esté buscando ya soluciones con los servicios sociales» para ofrecerles una salida. Y a eso hay que añadir el gran número de inmuebles okupados que hay en Vallcarca en particular, pero en la ciudad en general. De hecho, hay más de 200 viviendas que se están vendiendo okupadas en Barcelona, y hay una veintena de inmuebles municipales, ocupados de forma ilegal también, «y que estamos pagando todos». Lo cierto es que los delitos han aumentado en Vallcarca, denunciaba el dirigente popular, alrededor de un 14 % las últimas semanas.