Salud
Sanidad quiere unificar las cajetillas de tabaco sin logos
Primarán las advertencias sanitarias y cualquier información obligatoria por ley
Muchos recuerdan que, en la década de los 80 y los 90 del siglo pasado, el patrocinio del tabaco en la Fórmula 1 alcanzó su cenit. Marcas como Marlboro, Camel y Rothmans se convirtieron en sinónimos de los grandes equipos, poniendo sus logotipos en los coches, las pistas y el material promocional. Estos patrocinios de gran energía aportaron un inmenso apoyo financiero al deporte, permitiendo a los equipos invertir en tecnología punta y en los mejores pilotos.
Algunos aún recuerdan las llamadas flechas negras, que eran los Lotus con el patrocinio de John Player Special; el Mild Seven que conducía el inolvidable Ayrton Senna; el cambio de color de negro a amarillo de Lotus por el patrocinio de Camel; los coches con la marca de tabaco Lola; y, por supuesto, a principios de 1990, 18 de los 26 pilotos de la parrilla tenían a Marlboro de sponsor. Estas marcas se convirtieron en una identidad visual,
Y no solo en la Fórmula 1. En motos de loas antiguas categorías de 500cc, 250cc y 125cc, estas marcas también hicieron fortuna y consiguieron que grandes pilotos consiguieran campeonatos del mundo. Dicho de otra manera, el mundo del deporte estuvo durante años vinculado a las diferentes marcas de tabaco.
Paralelamente a esto, uno podía ir a un estanco y comprar diferentes marcas inexistentes hoy en día. Uno encontraba Lola, Reyno, Rex, Habanos, Lord, Bonanza, Ideales, Bisonte, Piper, BN, Celtas, Carabelas, Florida, Kruger, Uno X2, Rumbo, Sombra, Mencey, Vencedor, o Coronas, solo por poner algunos ejemplos. Hoy en día se ha reducido a unas pocas marcas, casi todas vinculadas a la multinacional Philip Morris.
No servirá para fumar menos
¿Por qué hablamos de esto? Todo esto puede cambiar si se aprueba Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, elaborado por el ministerio de Sanidad. La idea es que todas las cajetillas sean de color uniforme, sin logos, ni distintivos y que solo aparezca en ellas el nombre de la marca. Primarán las advertencias sanitarias y cualquier información obligatoria por ley. El tamaño y el tipo de letra serán iguales en todos los productos. Según el ministerio, esta medida ya está en funcionamiento en más de 20 países. En uno de ellos, Francia, con un éxito razonable.
Teniendo en cuenta esta nueva medida, los estanqueros catalanes han avisado que esta normativa, un empaquetado neutro, no servirá para que la gente deje de fumar. Es más, se disparará el consumo de aquellos paquetes, con los logos originarios, y que la gente pueda traer de otros sitios donde esta normativa no esté vigente. Con lo cual, según los estanqueros catalanes, se reactivará el comercio ilícito de la venta de tabaco.
Ese no es el único problema. También tenemos el de la recaudación fiscal. El ejemplo más claro es Francia. No ha bajado el número de consumidores de tabaco, pero ha aumentado el consumo de paquetes con el logotipo original y los estanqueros han visto reducidos sus ingresos. Dicho de otra manera, han perdido 7.258 millones de euros como consecuencia de esta normativa, y el tabaco «ilegal» o de «contrabando» ha aumentado en un 33% sus ventas.
La preocupación de los estanqueros catalanes es que esta práctica se extienda si se llega a aprobar el empaquetado único y sin logotipos. Actualmente, el tabaco de «contrabando» solo supone un 3%. Tendiendo en cuenta los datos de Francia y de otros países, consideran que de llevarse a cabo la medida, muchos estancos catalanes tendrán que bajar la persiana, al no poder asumir las perdidas económicas que sufrirían mes tras mes.
Lo que piden los estanqueros catalanes es que el ministerio de Sanidad se fije en países como Alemania, Italia, Suiza o Suecia, que han rechazado el empaquetado genérico, porque consideraban que era una equivocación y un prejuicio para loa establecimientos de venta de tabaco.
Las cajetillas de tabaco genérico, a diferencia de los medicamentos, solo contribuye a buscar la caja original y esto beneficia a todos aquellos que se dedican a lo que podemos llamar mercado paralelo. El fumador quiere saber lo que fuma y ver la marca en la cajetilla. Aunque le digan que es lo mismo, se niegan a comprarlo. Y tampoco es una medida para reducir el tabaquismo, como intenta venderse. En Francia, por ejemplo, no ha disminuido la venta de tabaco legal e ilegal.
Si hablamos de números y de ingresos, la cajetilla neutra reduciría la contribución, las ganancias del sector estanquero en unos 459 millones de euros anuales. Hoy en día la contribución asciende a 3.710 millones de euros. Si bajan los ingresos, por un efecto económico normal, se podría en riego 6.000 de los actuales 57.000 puestos de trabajo.