
El presidente del Parlament, Josep Rull, en una imagen de archivo
Cataluña
El Parlament reconoce que muchos diputados hablan un catalán más que mejorable
La Junta de Portavoces anuncia un servicio de refuerzo del catalán para que los parlamentarios adquieran un nivel «correcto»
Este pasado mes de diciembre, se hizo viral una intervención del diputado de Vox en el Parlament de Cataluña Manuel Acosta en la que ridiculizaba a Junts por presentar una moción llena de faltas de ortografía. Acosta, profesor de instituto de profesión, corrigió en rojo el documento de los postconvergentes, que versaba precisamente sobre «derechos lingüísticos».
El presidente del Parlament, el también juntaire Josep Rull, no está dispuesto a que ningún parlamentario vuelva a hacer así el ridículo, y ha dado luz verde a un programa de clases particulares de catalán –aunque usan la expresión «asesoramiento lingüístico a través de sesiones formativas individualizadas»– para analizar los errores más frecuentes de los diputados y asegurar que usen el idioma de forma correcta.
Este servicio de formación será voluntario para todos los diputados que se quieran acoger a ella, y se vehiculará a través del Departamento de Asesoramiento Lingüístico y el Área de gestión de transcripciones del Departamento de Ediciones del Parlament. Los profesores particulares de los parlamentarios trabajarán con ellos a partir de los discursos que hayan pronunciado.
La propuesta es una iniciativa del propio Rull y de la Mesa del Parlament, y se presentó en la Junta de Portavoces celebrada este martes. La valoraron positivamente todos los grupos excepto Vox y el PP. Estos son, también, los dos partidos que emplean con normalidad el castellano en sus intervenciones en la cámara, junto al catalán.El PSC suele hacerlo en catalán exclusivamente, con la única excepción de un día –el 18 de diciembre– que Salvador Illa respondió a una pregunta del líder popular, Alejandro Fernández, en castellano. Fueron apenas dos frases, pero bastaron para indignar a los partidos nacionalistas, que rápidamente reaccionaron acusando a Illa de «españolizar» Cataluña por tener una deferencia con Fernández.
Discriminación del castellano
Para el portavoz parlamentario de Vox, Joan Garriga, la medida impulsada por la Mesa del Parlament es una nueva muestra de «discriminación» al español, según destacó el martes en rueda de prensa.
Garriga explicó que desde Vox se preguntó a Rull si este servicio para afinar el catalán iba a ofrecerse también en castellano o en aranés –ambas, lenguas oficiales en Cataluña–, a lo que este respondió con una negativa. Para Garriga, esta decisión refleja el «talante totalitario» de la Mesa del Parlament.