El Camp Nou no será como el boceto inicial: arquitectos señalan los cambios y errores en su diseño
«Laporta no quiso pagar el peaje de perder 12.500 asientos y el estadio tendrá zonas con mala visibilidad», señala uno de los expertos consultados
El proyecto final del Camp Nou, la joya de la corona de Joan Laporta en su mandato al frente del Fútbol Club Barcelona, podría tener poco que ver con los bocetos iniciales. El plan original, las ideas que se querían llevar a cabo, parece que están chocando con la cruda realidad. Muchos diseños se están teniendo que ajustar como consecuencia de las necesidades y disponibilidades del club.
El proyecto de la reforma del Camp Nou es una idea que lleva ya más de una década en la mente de la cúpula directiva culé. Una idea que surgió durante los mejores años del club, cuando estaban en la cresta de la ola y creían que se quedarían allí para siempre. La realidad siempre es cruel.
Josep Maria Bartomeu logró el apoyo de los socios para transformar el Camp Nou y sus aledaños en lo que pasaría a llamarse como Espai Barça hace ya 10 años. El Barça pagó 960 millones de euros a Limak por la reforma del Camp Nou, que tendrá dos anillos de palcos, una tercera granda totalmente simétrica y nueva, y las 104.600 localidades totalmente cubiertas. «Será el mejor campo del mundo», asegura el presidente, Joan Laporta, que modificó muchas cosas del proyecto inicial de la anterior junta directiva y el estudio japonés Nikken Sekkei.
Uno de los aspectos que más ha cambiado con el paso de los años es el de la cubierta. En el nuevo diseño de la cubierta superior, que no llega a cubrir al completo el estadio, se diferencian dos zonas distintas. La exterior de un azul más claro al de anteriores diseños y con un estilo liso en lugar del ondulado anterior. La zona interior, blanca y translucida cambia su aspecto al coger una forma algo más cónica que la que se representaba en los diseños iniciales.
Esta cubierta será uno de los puntos claves del estadio, que permitirá, por primera vez en la historia, que todas las gradas del Camp Nou estén cubiertas. Otra de las novedades de la cubierta es el skywalk, una pasarela desde donde se podrá contemplar el estadio a unos 70 metros de altura, además de tener unas vistas privilegiadas de la ciudad de Barcelona. La idea de este pasillo mirador no es novedosa y es uno de los puntos fuertes que desde un primer momento presentó el nuevo Santiago Bernabéu en su diseño elegido para la reforma.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Y el render (el proceso de creación de imágenes realistas de un diseño arquitectónico propuesto) del estadio ofrece dudas. Un arquitecto, que prefiere no dar su nombre, se pronuncia de la siguiente manera sobre el render futurista del Camp Nou: «Como todos los proyectos, de los renders me creo los del exterior, que es la imagen que se quiere tener (en el caso del Camp Nou ha ido modificándose, pero para perfeccionarlo y adaptarlo al proyecto, la idea casi no ha variado). El problema viene, sobre todo, en las recreaciones de estructuras tan gordas como una cubierta de un estadio (y más del tamaño del Camp Nou)», explica.
«La primera del Bernabéu no se la creía nadie. La de segunda fase de concurso podía tener alguna posibilidad de construirse. Pero llegando a la fase de proyectar la construcción, se cambió por completo el concepto (por la exigencia de Florentino de la cubierta retráctil y videomarcador 360, que es una carga muy importante). En el Camp Nou no va a haber cubierta retráctil, ni videomarcador 360. Aún así, el tipo de cubierta planteada es como la del Metropolitano o la Cartuja (y la que se planteaba inicialmente en el Bernabéu) y ahí también hay gran diferencia entre la infografía y la realidad», comenta sobre la dificultad de llevar este tipo de estructuras a la realidad.
«En las maquetas lo hacemos todo muy bonito, muy finito, va a quedar imperceptible, ni lo vais a ver... Pero luego llegan las ingenierías y los calculistas de estructuras y te bajan al suelo del tirón. Esta, aunque sea la cubierta y tres pantallas, es una cubierta enorme, porque la grada es más tendida, no se superpone verticalmente en anfiteatros como el Bernabéu y tiene mucha superficie... Pero las ingenierías que están ahí son muy buenas. Confío en que el cambio no sea demasiado sustancial», expone.
La ampliación del estadio
Uno de los grandes motivos por estas obras en el estadio del Barcelona es la querencia por ampliar el aforo. El Camp Nou ya era uno de los estadios con mayor capacidad de Europa, pero con esta reforma el número de espectadores se ampliará hasta los 105.000. Para ello, se va a remodelar por completo la tercera gradería y el anillo VIP de la primera gradería se situará más arriba, aumentando por tanto la cantidad de palcos VIP.
Esta obra, y este aumento de capacidad, junto a todo el cambio de imagen que va a sufrir el estadio, también son motivo de debate: «Gracias a la gran superficie propiedad del club, pueden ampliar la huella del estadio para crecer hacia la zona de tribuna. Con ello, en la grada pierden su icónico tercer anfiteatro que iba en ascenso desde la tribuna hasta el lateral, perdiendo su característica asimetría. El aumento de localidades con esta ampliación será muy grande, a priori beneficioso económicamente, pero no sé hasta qué punto le sacarán tanta rentabilidad, es difícil meter más de 100.000 espectadores cada partido», explica el arquitecto.
«También incrementan el número de palcos VIP y de superficie comercial, que sí que supondrá un mayor beneficio económico al mejorar la oferta tanto para el propio evento (no sólo partidos, también conciertos), como para el pre y post con las tiendas. El aspecto exterior plantea un cambio radical con el actual, pasando de un alzado muy marcado y hasta rudo, cerrado en sí mismo y muy vertical, a un alzado más difuminado, con las tres líneas de terrazas perimetrales que se asoman al exterior y le dan un aspecto más liviano y achatado», comenta.
Respecto a la cubierta y el hecho de que todos los espectadores ahora vayan a contar con un techo en el que refugiarse se expone lo siguiente:
«El hecho de que la cubierta no vaya a ser cerrada completamente reduce el tipo de eventos que pueden llevarse a cabo y los que son externos a partidos de fútbol los deja a merced del clima. Pero supone un gran avance tener todo el graderío cubierto y no solo la tribuna como tenían. La tipología de cubierta es muy interesante y, según las infografías de aspecto muy liviano, igual que el resto del estadio. Ha ido cambiando a lo largo de la evolución del proyecto y habrá que ver finalmente cómo se construye porque, como se diría, los renders lo aguantan todo».
Un proyecto tan grande y ambicioso como este obviamente va a sufrir cambios y modificaciones respecto a las ideas iniciales. Qué será lo que finalmente veremos aún es un misterio.
Los tres errores del Camp Nou
Otro arquitecto, que también prefiere mantener su condición anónima, atiende a El Debate y explica los que para él son los tres grandes errores del diseño de obra del nuevo Camp Nou. Por un lado, el videomarcador.
«El plan inicial era que el estadio del Barcelona tuviera un marcador de 360 grados, como el del Bernabéu, pero luego dijeron que no es rentable y que despista a los aficionados. Eso para mí es un error y con el Bernabéu ha quedado demostrado. Un marcador 360 le añade a un estadio un aura especial», explica.
Joan Laporta había quedado prendado del videomarcador del SoFi Stadium, en Los Ángeles, e incluso el club subió algunas imágenes virtuales de la propuesta, pero el proyecto ha sido descartado por su gran carga económica.
«Que ahora todas las localidades vayan a ser cubiertas es un avance, pero el Barça se equivoca renunciando a la opción de cubrir totalmente el estadio. Eso, como en el Bernabéu, te permite organizar conciertos, partidos de baloncesto o de tenis sin depender del clima. A Laporta le ha faltado visión comercial», expone el arquitecto sobre la decisión de no construir una cubierta retráctil para el Camp Nou.
Por último, también se expone la mala visibilidad que tendrán algunos asientos en el estadio: «El proyecto inicial contemplaba derribar la primera grada y construir otra totalmente nueva, con más pendiente y menos capacidad. Se trataba de sacrificar 12.500 asientos. Laporta no quiso pagar ese peaje y el estadio tendrá muchos asientos con mala visibilidad», finaliza.
¿Cuánto cuesta la obra?
Según ha presentado el propio Barcelona, las obras tienen un coste de 1.450 millones de euros. Hay que tener en cuenta que el Espai Barça no solo comprende el Camp Nou, sino que las obras abarcan todas las instalaciones que posee el club azulgrana en la zona de Les Corts. De hecho, una primera fase ya ha sido realizada, con la demolición del antiguo Mini Estadi y la construcción del Johan Cruyff, casa del Barcelona femenino y del filial azulgrana, en la ciudad deportiva de San Joan Despí.
La remodelación del Spotiy Camp Nou posee un coste aproximado de 1.070 millones de euros. El resto del dinero queda disponible para los socios para realizar la reforma del Palau, puesto que la actual cancha de baloncesto del Barça no cumple con los requisitos de la Euroliga, que pide un aforo mínimo de 10.000 espectadores.
Para conseguir el dinero, el Barcelona ha aprobado una financiación de los 1.450 millones de euros con un total de 20 inversores, entre los que se encuentran Goldman Sachs, JP Morgan, JLL, Pérez-Lorca, DLA Piper, Key Capital Partners, Legends e IPG 360, entre otros.