Cataluña
Casa Guadalupe, el proyecto en defensa de la vida: «la luz en el bosque oscuro»
Ofrecen ayuda material y también psicológica para que las madres puedan seguir adelante con su embarazo
El 1 de junio han organizado una procesión y una eucaristía para rezar y poner fin «al drama del aborto»
El proyecto Casa Guadalupe nació hace doce años con un objetivo claro: apostar por la vida y ayudar a las mujeres que se encuentran en situaciones complicadas, a que sigan adelante con sus embarazos. Les ofrecen ayuda material, pero también cursos de formación y orientación psicológica y espiritual. Actualmente, cuentan con dos casas, una en Terrassa y otra en Sabadell, y después del verano tienen intención de poner en marcha la Casa San José, que ofrecerá soluciones habitacionales para aquellas mujeres que se encuentren en la calle. Desde su puesta en marcha, han atendido a unas 600 madres.
Piero Viganego es el Presidente de Casa Guadalupe. Ha explicado a El Debate el contraste que hay entre «el drama que viven las mujeres después de abortar y la luz que tienen las que han tenido a su bebé». Por ese motivo, asegura, a la casa, las madres la llaman «la luz en el bosque oscuro». Piero dice que lo primero que hacen cuando una madre llega a Casa Guadalupe es «darle un abrazo enorme en nombre de la Virgen». Luego se encuentran con otras madres que han pasado por su misma situación, «que han decidido decir sí a la vida» y pasan de sentirse solas «a saber que hay una casa abierta todos los días de la semana».
De hecho, Piero Viganego lamenta que, cuando una mujer se queda embarazada y está en situación de exclusión social, la administración prácticamente solo les ofrece como alternativa el aborto y lo peor, asegura, «es que se les quiere quitar el derecho a la información sobre otras opciones, para que puedan encontrar un espacio en el que se las acoge y se las quiere» y seguir adelante con el embarazo.
En Casa Guadalupe ofrecen ayuda material, tanto alimentación como ropa para la madre y también para el bebé: leche materna, una canastilla completa, ropa, el cochecito, la cuna o los pañales. También durante el embarazo y el postparto se llevan a cabo diferentes tipos de formación, como de conocimientos básicos acerca del parto, de higiene materno-infantil o de alimentación y salud física y psíquica de la madre y el bebé. Pero también informan y asesoran sobre los recursos públicos existentes a los que las madres tienen derecho, y las orientan sobre los trámites necesarios.
Es una asociación civil de personas, así define Piero a Casa Guadalupe, que se «unieron para poner en marcha este espacio de acogida. Un grupo de personas que se ponen al servicio de la Virgen, que es madre, y quiere que esas madres, sean madres como ella, a pesar de las dificultades». En el proyecto trabajan profesionales, pero también voluntarios que, «cada uno, en función de lo que sabe hacer, aporta su grano de arena». Explica Piero que si «alguien tiene conocimientos de psicología, ayuda en ese ámbito; si es transportista, pues ayuda a hacer los transportes necesarios; y otros colaboran con la preparación de la comida, de los lotes de regalo o la preparación de los pañales». Lo importante, asegura, es que «cada uno pone la ilusión y lo que sabe hacer».
Y ya lo decíamos, se les da apoyo material, también de orientación, pero sobre todo «amor y apoyo psicológico», nos explica Piero, porque «en estas situaciones suele faltar el hombre, que mayoritariamente las invitan a abortar o a irse. Por eso, suelen venir chicas solas y en situación de desamor». Y un apoyo importante es de las propias madres que están en la Casa y «las nuevas ven que hay una realidad que pueden afrontar». Y, si quieren, también se «les ofrece a Jesucristo, que descubran el bien que trae la Iglesia y el amor de dios».
Elsa es una de las madres que ha pasado por la casa. Asegura que «estaba en un momento mal de mi vida y fue darme un abrazo, y reiniciarme y empezar de cero. Y eso es lo que Casa Guadalupe nos transmite». También Nicole, a quienes ayudaron para sacar adelante a Emma: «me ha ayudado desde que nació a mi corazón, a sanarme y también a tener presente que, poco a poco, las cosas siempre salen con amor, y que, cuando decidimos la vida antes que la muerte, está la vida para nosotros». Se da la circunstancia de que Nicole encontró el amor en Casa Guadalupe, se casó, y ahora es madre de otro bebé. Diana, a su vez, asegura que «me han dado fuerzas en todo mi proceso de embarazo, luz, paz, también amor».
Piero también deja claro que las puertas de Casa Guadalupe están abiertas para cualquier madre que se encuentre en una situación complicada y no vea una salida clara: «no se pregunta ni de dónde vienen, ni de dónde son, ni qué religión profesan. Y es que aquí tenemos a protestantes o a musulmanes, y son hermanos como nosotros».
Rezar para frenar el aborto
Y más allá de esta cuestión, Casa Guadalupe ha organizado para el próximo 1 de junio una procesión al Santuario de la Madre de Dios de la Salud en Sabadell (Barcelona) y una Misa para rezar por el fin del aborto, especialmente después de que Francia lo haya proclamado como un derecho. Para Piero Viganego que se pueda reconocer el aborto como un derecho constitucional, «tendrá consecuencias importantes, porque va a suponer que la objeción de conciencia se va a reducir y las asociaciones o movimientos que quieran oponerse al aborto van a tener problemas, de tal forma que pueden quedar fuera de la ley, porque estás luchando por suprimir algo que teóricamente es un derecho constitucional. Y, por lo tanto, estás actuando contra los derechos de la mujer. Es muy grave», ha sentenciado.
Piero considera que los movimientos pro abortistas intentan «anclar» ese derecho al aborto para que sea mucho más difícil derogarlo. «Y nosotros no podemos luchar contra estas fuerzas tan potentes. Entonces, ¿qué podemos hacer? Rezar y revestirnos de las armas de Dios que es la oración y acompañados de la Virgen en la procesión». La Eucaristía estará presidida por el Obispo de Terrassa, Salvador Cristau.
Pero Piero pone el acento en la Virgen con la que se va a procesionar, la Virgen de Guadalupe, Patrona de la Vida, y que es la misma que «ilumina» la asociación: «una Virgen muy bonita que lleva a un niño pequeño en sus manos, a la altura de su vientre. No es un niño tamaño bebé nacido, sino de no nacido, y que llegó a la casa de forma providencial. Es un niño, miradlo, es una vida. Y es como un mensaje de realidad, de amor hacia las criaturas que están por nacer y de esperanza».
En un primer momento, este acto estaba cerrado a las madres de Casa Guadalupe, pero se hace un llamamiento a la participación a todas las organizaciones, parroquias, movimientos, familias o personas que quieran sumarse al rezo para poner fin «al drama» del aborto.