Vista del Call, el antiguo barrio judío de Barcelona

Vista del Call, el antiguo barrio judío de BarcelonaAjuntament de Barcelona

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Un paseo por el barrio judío de Barcelona

Un recorrido calle a calle por el Call, la antigua judería de la capital catalana

Este viernes, el pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó una proposición del Partido Popular que instaba al consistorio a elaborar un plan para promocionar culturalmente la antigua judería de la ciudad, conocida como el Call. Además, se aprobó conmemorar cada día 5 de agosto el Día de Recuerdo del Pogromo de 1391, la principal acción violenta contra la comunidad judía de Barcelona de la historia.

Aquel día murieron unas 300 personas, y la comunidad quedó prácticamente diezmada. A partir de ese momento se quiso borrar toda huella judía de la ciudad. Los que quedaron fueron expulsados el jueves 2 de agosto de 1492, por orden de los Reyes Católicos. Según las crónicas solo permanecieron en la ciudad 20 de ellos, que se hicieron cristianos.

La comunidad judía barcelonesa contaba con 4.000 personas. De ellas el 15% fueron asesinadas durante el pogromo de 1391. Entre las profesiones había coraleros, tejedores de velos, sastres y juponeros, plateros, torneros, religadores de libros, médicos, mercaderes, maestros prestamistas, comerciantes… Como escribió Benjamín de Tudela en el siglo XI, «una comunidad santa de hombres sabios y prudentes y grandes principios».

El Call

El Call, barrio judío, es donde residían los judíos barceloneses. El nombre call significa «calle pequeña» o callejón. A partir del 1391 las cosas y propiedades o bien fueron vendidas o la confiscó la Corona. Lo que hoy en día es el Palacio de la Generalitat está construido sobre antiguas viviendas del Call, pues el barrio llegaba hasta la actual calle del Bisbe.

El nombre de las calles cambió, y la calle de las Fuentes de los judíos, pasó a llamarse calle de la Fuente de San Honorato y, actualmente, Sant Honorat. Los judíos de Barcelona tenían sus propias fuentes, porque los cristianos creían que estos los querían matar y un día u otro envenenarían los pozos cristianos. Sólo podían utilizar esas fuentes y, de utilizar las cristianas, se enfrentaban a multas. En esta calle encontramos la primera fachada gótica del actual Palacio de la Generalitat, del año 1403.

La calle de la Sinagoga pasó a llamarse Sant Domènec del Call. Durante el gobierno de Ada Colau le cambiaron en nombre por Salomó Ben Adret, rabino y figura clave en la historia de la cultura catalana medieval y un referente de convivencia.

En esta calle, después del 1391, se fundó la primera orden dominica, pero el nombre de la calle no es por eso: le pusieron ese nombre porque el 5 de agosto se celebra este santo y, como coincidía con la masacre, se le puso a la calle «Sant Domènec» y, para no olvidar lo que allí hubo, se le añadió «del Call».

La Sinagoga Mayor

La llamada Sinagoga Mayor estuvo emplazada entre las calles Marlet, Sant Domènec del Call, Arc de San Ramon del Call y la Placeta de Manuel Ribe. En el número 9 de la Calle Sant Domènec del Call hay un museo donde, presuntamente, estuvo la Sinagoga Mayor. El emplazamiento original no es exactamente el mismo, pero no está muy lejos del lugar exacto.

Los baños judíos, según parece, estaban ubicados en la calle Baños Nuevos número 10. Esto por lo que se refiere a los masculinos. Los femeninos se cree estaban en la calle de la Palla número 8. Existieron otros en la actual calle Banys Vells. Los nuevos los mandó construir en el 1160 el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV. Aquellos baños fueron utilizados hasta el 1716, aunque se conocían como árabes.

En la calle Marlet hay una lápida, en hebreo, que dice «fundación pía de Samuel ha-Sardi; su luz quema permanentemente». En dicho lugar había un hospital de la comunidad judía del siglo XIII. El Palacio del Lugarteniente, en la Plaza del Rey, se construyó en el siglo XVI.

Para su construcción se utilizaron lápidas funerarias del antiguo cementerio judío de la ciudad, situado en la montaña de Montjuic. De ahí su nombre, monte de los judíos.

Estas lápidas se pueden ver perfectamente en la fachada del edificio que da a la Plaza de Sant Iu, donde hay al menos 10 piedras del antiguo cementerio judío, muchas de ellas cerca de la barandilla de la escalinata. En una de las inscripciones mejor conservadas se distinguen las palabras 'duelo', 'lamento' y 'Yosef'.

En la calle del Call número 5 distinguimos los restos de la antigua muralla romana. Ahí se construyó el Castillo Nuevo, el último recinto donde se resguardaron los judíos aquel 5 de agosto de 1391. Las actuales calles de Sant Sever y Bajada de Santa Eulalia eran conocidas como la Volta del Call, que a la derecha limitaba con los dominios episcopales y a la izquierda se encontraba cortada por el muro romano. En el edificio de la esquina con la calle de Sant Felip Neri también se han hallado silos y restos de construcciones medievales.

El Castell Nou estaba edificado en lo que hoy son las calles Banys Nous, Boquería, Avinyó y Call. Se construyó a mediados del siglo XIII, cuando el rey autorizó la apertura de puertas y ventanas en la antigua muralla romana.

La Boqueria, el Call menor

En la calle Boquería se construyó lo que conocemos como Call menor. Formado por cinco manzanas, con una sinagoga y una plaza en el centro. Sus límites eran las calles de la Boqueria, Rauric, de la Lleona y Avinyó.

Presentaba dos puertas, una al pie del Castell Nou y la otra en la calle de la Boqueria. No se comunicaba con el Call Mayor. La sinagoga fue convertida en la iglesia de la Trinitat por unos conversos; se amplió posteriormente a convento y en la actualidad es la iglesia de Sant Jaume.

La calle de la Volta del Remei, entrando por la calle de la Boqueria, conserva aún una torre medieval del siglo XIII. La calle del Arc de Santa Eulàlia, entrando también por Boqueria, está formada por una torre medieval de mediados del siglo XIV, llamada Torre de Santa Eulàlia.

Aún en algunos quicios de las puertas del Call encontramos, a la derecha, brechas en la piedra de unos 15 centímetros, donde se colocaba la mezuzá. Finalmente tenemos la calle dels Tres Llits. Se supone que debe su nombre a un burdel que solo tenía tres camas. Ahora bien, es muy probable que el nombre provenga de Tras litg, el cambió de leyes que debían hacer los judíos al convertirse al cristianismo.

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