Vista aérea de BarcelonaLogan Armstrong / Unsplash

Ciudad

Solo el 6 % de las calles de Barcelona lleva el nombre de un santo

El Ayuntamiento decretó esta semana el cambio de nombre de la calle Santa Magdalena por Magdalena E. Blanc

Esta semana, el Ayuntamiento de Barcelona presentó el decreto de alcaldía con el que la calle Santa Magdalena pierde el «santa» y pasa a llamarse Magdalena E. Blanc. Está previsto que suceda lo mismo con las calles de Santa Rosa y Santa Ágata, también en el barrio de Gracia.

La noticia provocó reacciones de partidos de la oposición como Vox: su líder en Barcelona, Gonzalo de Oro, aseguraba a El Debate que «el cambio de nombres de calles de santos y monarquía, sólo responde a la obsesión que tiene la izquierda por eliminar todo aquello que tenga relación con la religión católica y la identidad española». También el PP alzó la voz, pidiendo cambios en la manera de decidir el nombre de calles para evitar «sectarismo».

Además, no pocos ciudadanos se podían preguntar qué supone en cifras la pérdida de estas tres calles con nombre de santos, y cuántas vías «bautizadas» en Barcelona llevan el nombre de una persona canonizada por la Iglesia Católica. El nomenclátor del Ayuntamiento recoge el nombre de 4.542 calles, paseos, plazas o jardines, de los cuales solo 244 llevan el odónimo de un santo o una santa.

Esta cifra supone el 5,33 % del total del nomenclátor, que sube hasta casi el 6 % si le añadimos el puñado de vías que llevan el nombre de un santo pero no el tratamiento «San» o «Santa», como es el caso de la calle Juan XXIII, la del Pare Manyanet o la del Padre Damián; las 22 calles de las diversas «Mare de Déu» («Madre de Dios»), en referencia a Santa María, u otros, como la calle de Jesús o la Sagrada Familia.

Abad, mossèn, cardenal

Un repaso pío al nomenclátor de Barcelona también habría de incluir los nombres de varios sacerdotes y religiosos que asoman la cabeza por el callejero con su tratamiento correspondiente. Por ejemplo, según el nomenclátor público del Ayuntamiento, en la capital catalana encontramos calles dedicadas a abades (5, incluyendo la reciente plaza del Abat Oliba), canónigos (5), obispos (6), cardenales (8) y sacerdotes: 19 con el título de mossèn; 13 con el de «padre», y 7 con el de rector.

También habría que tener en cuenta a las personas que eran sacerdotes, pero que no están explicitados como tal en el callejero, como es el caso de Calderón de la Barca, Pere Tarrès o Emili Roca, entre otros.

Entre los cerca de 200 nombres que esperan a ser incluidos en el callejero y ya han recibido el beneplácito de la ponencia del nomenclátor, encontramos algunos como el obispo José Morgades, el sacerdote Antonio Soler, el misionero Jerónimo Usera o el papa san Juan Pablo II.