Curiosidades
Descubre el secreto del número 33 en la Sagrada Familia: el cuadrado mágico que sorprende al mundo
Los cuadros mágicos han sido objeto de estudio desde antes de Cristo
Una de las cosas que más llama la atención de las personas al visitar la Sagrada Familia es la fachada de la Pasión, junto con todo el conjunto escultórico de Subirachs. Sin embargo, dentro del conjunto hay algo que suele captar aún más el interés de los visitantes, e incluso desconcertar a algunos de los observadores: un cuadro lleno de números.
Se trata de un cuadro mágico, es decir, una cuadrícula en la que cada fila y cada columna suman el mismo valor. Normalmente, estos cuadros se crean con números enteros y correlativos hasta completar la tabla. Es decir, en un cuadro de 4x4 se encontrarían los números del 1 al 16, y en una de 5x5 los números del 1 al 25. Siguiendo estas reglas para elaborar un cuadrado mágico, el valor final (conocido como el número mágico) no se puede escoger y depende de los números que se elijan. Por ejemplo, en un cuadrado mágico de 4x 4, la suma de todos los números del 1 al 16 es 136. Este número se divide entre el número de columnas y filas, es decir, 136/4, que da como resultado 34, la constante mágica.
En el caso del cuadro de la Sagrada Familia, las condiciones o reglas para hacer un cuadro mágico no se cumplen. La primera que no se cumple es que no contiene todos los números del 1 al 16. Por ello, el número mágico de este cuadro no es 34, sino 33, número muy importante en la religión.
Subirachs, al tener la idea de hacer un cuadro mágico, decidió usar uno ya conocido. Usó el que Alberto Durero, pintor más famoso del Renacimiento alemán, representó en su grabado Melancolía I. Sin embargo, Subirachs lo cambió, ya que el de Durero sí suma 34. Lo que hizo el escultor fue eliminar el 12 y el 16 y repetir las cifras 14 y 10, de esta manera se obtiene como resultado el número 33, la edad en la que Jesucristo muere. Además de esto, el número tres tiene un significado importante en el cristianismo, pues es el símbolo de la Trinidad.
Este no es el único detalle inspirado por Durero. En el cuadrado del pintor, como modo de firma o dejar la fecha en la que se hizo la obra, este puso en los dos espacios centrales de la fila interior los números 15 y 14. Números que juntos dan 1514, el año en el que hizo la obra. Partiendo de esto, Subirachs también incluyó una firma subliminal, pues si se suman los números repetido (10 y 14), y se tiene en cuenta el alfabeto romano, se obtiene la sigla INRI. Esta sigla significa Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum (Jesús de Nazaret, rey de los judíos).
Los cuadros mágicos tienen su origen en la antigua China y se conocen desde el tercer milenio antes de Cristo. Matemáticamente, los cuadrados mágicos tienen mucha importancia, ya que describen procesos estocásticos. En la teoría de la probabilidad, los procesos estocásticos sirven para representar magnitudes aleatorias que varían, razón por la cual los cuadros mágicos se han estudiado tanto.