Más de la mitad de conductores de Barcelona consideran que no tienen alternativa al vehículo privado

Un 51% de los conductores que utilizan el vehículo privado en el entorno de Barcelona dicen que lo hacen porque no tienen una alternativa válida de transporte público para sus desplazamientos diarios, según un estudio del RACC.

La lentitud (46,9%) o la incomodidad (29,9%) del transporte público son otros de los condicionantes con los que justifican su dependencia al coche o la moto. Ante estos datos, la entidad pide a las administraciones que apuesten por políticas de movilidad en favor del transporte público antes de poner restricciones al vehículo privado, que no consideran efectivas, como una eventual implementación del peaje urbano. Desde el RACC consideran que el transporte público tiene margen de mejora y rehuyen de las políticas restrictivas.

El director de Movilidad del RACC, Cristian Bardají, entiende que muchos de los usuarios del vehículo privado lo son por «necesidad» y que la implementación de restricciones no cambiará su manera de desplazarse. De hecho, los conductores valoran con más de un 8 su movilidad a pesar de los atascos habituales de entrada o salida en la ciudad.

«¿Cuál es la alternativa?», se pregunta Bardají. Desde el RACC remarcan que «de forma mayoritaria» los conductores consideran que la oferta de transporte público no se adapta a las necesidades de desplazamiento de los conductores y que les es más cómodo una solución «que no es perfecta», pero que los compensa más.

Sobre la aplicación de medidas como la implantación del peaje urbano, desde el RACC consideran que solucionaría solo una parte del problema pero que «no haría desaparecer» la presencia del vehículo privado en la conurbación de Barcelona con un peso similar al actual.

Para el RACC es prioritaria la inversión en transporte público; incentivar la renovación de la flota de vehículo privado para apostar por modelos más sostenibles, o el fomento del vehículo compartido, a pesar de admitir que este último es un «sudoku» difícil de encajar por la realidad social.

En este sentido, el estudio del RACC destaca también que siete de cada diez conductores viajan solos en su vehículo. La media de ocupantes del 31,4% de los vehículos que sí que llevan viajeros adicionales es de 1,4 ocupantes por vehículo. Desde el RACC admiten que es difícil hacer coincidir puntos de origen y destino, además de horarios.

En cuanto al perfil de los conductores, se trata en gran parte de hombres (62%) de entre 30 y 65 años (73%). Dos de cada tres se desplaza en coche y un tercio lo hace en moto. Los desplazamientos son sobre todo internos (43,5%), seguidos de los que se hacen entre municipios de la primera corona (30,1%) y los de entrada y salida en la ciudad (26,4%).

El estudio también analiza el perfil socioeconómico de los conductores. Según los datos del RACC, un 13,9% son de clase baja, un 46,8% de clase media y un 39,3% de clase alta. Para la entidad esto «desmitifica» el hecho de que quién va en coche son altos directivos: «Al menos un 60% de los conductores no encaja con esta descripción».

En este sentido, e interrogados sobre los planes de futuro, la mayoría de conductores no tendría previsto comprar un coche nuevo el próximo año. Solo un 13% se lo está planteando y, de estos, solo un 11% optaría por un vehículo eléctrico, mientras que el 45% apostaría por modelos híbridos.

Los motivos que sitúan el vehículo eléctrico como una opción todavía muy secundaria entre los conductores son el precio elevado de los coches (71,7%), la desconfianza en la autonomía (65,9%) o la carencia de una red bastante extensa de puntos de carga (59%).

Con todo, desde el RACC recuerdan que el 80% de los desplazamientos en el entorno de Barcelona ya son «sostenibles», ya sea en transporte público, a pie o en vehículos de movilidad personal. Los datos del estudio, de hecho, se centran en el 20% de los que todavía dependen del vehículo privado para desplazarse en el entorno de Barcelona.