La calavera que hay bajo el Pont del Bisbe, en Barcelona

La calavera que hay bajo el Pont del Bisbe, en BarcelonaG. Altarriba

Leyendas de Barcelona

En el centro de Barcelona hay una calavera que mantiene a raya el apocalipsis

Una de las postales típicas del barrio gótico esconde una leyenda y un misterio que lleva casi 100 años sin resolverse

El apocalipsis ha llegado a Barcelona de muchas maneras. El cantautor Guillem Gisbert imagina en su último disco un combate entre gigantes que reduce la ciudad a cenizas, mientras un ángel toca la trompeta sobre la torre Agbar. Paco Plaza y Jaume Balagueró documentaron el origen de un virus zombie incubado en un ático del Eixample.

Los hermanos Pastor han traído a la capital catalana los monstruos informes de Bird Box Barcelona y la pandemia de agorafobia que asolaba la ciudad en Los últimos días. Otro Pastor, Marc, jugueteó con una versión local de las vainas de La invasión de los ladrones de cuerpos en L’any de la plaga.

Más allá del cine o la literatura, hay una historia sobre el apocalipsis en Barcelona que muchos aún no conocen: la historia de la calavera atravesada por un puñal que mantiene a raya la catástrofe y evita, minuto a minuto, que la ciudad colapse y se derrumbe sobre sí misma.

Vista del Pont del Bisbe, en el barrio gótico de Barcelona

Vista del Pont del Bisbe, en el barrio gótico de BarcelonaG. Altarriba

Así, al menos, lo cuenta la leyenda asociada a un enigmático cráneo bajo el cual pasan cientos de turistas cada día: se trata de la calavera que cuelga del Pont del Bisbe, la estructura neogótica que conecta el Palau de la Generalitat con la Casa de los Canónigos, en el barrio gótico de Barcelona, cerca de la catedral.

Un puente icónico

Este puente es una de las imágenes más icónicas del centro de Barcelona, con permiso de la propia catedral. A pesar del nombre, no obstante, no es un puente gótico: se trata de una estructura construida durante la década de 1920, en pleno proceso de rehabilitación del centro histórico de la ciudad con motivo de la Exposición Internacional de 1929.

El diseñador del puente fue un discípulo de Gaudí, que había trabajado con él en la Sagrada Familia o la Casa Batlló: Joan Rubió, entonces arquitecto de la Diputación de Barcelona. Rubió había presentado un proyecto de rehabilitación del entorno de la catedral para añadir «goticidad» al barrio, pero fue duramente criticado y no prosperó. El falso puente –tan ornamentado y preciosista, diseñado en 1928– es lo único que queda de aquel intento.

Con todo, nadie sabe realmente por qué Rubió decidió colocar bajo la estructura una calavera humana atravesada por una daga. De ahí que se generase la leyenda urbana –cuyo origen tampoco está documentado– de que, en el momento en el que se arrancase el el arma del cráneo, como si de una Excalibur en miniatura se tratase, el célebre y celebrado puente colapsaría, arrastrando tras de sí a toda Barcelona.

Rubió falleció en 1952, llevándose el secreto a la tumba: en vida, nunca confirmó por qué instaló allí la calavera ni se enfrentó a la leyenda. Por si acaso, nadie ha querido trepar hasta allí a comprobar si la historia del apocalipsis es cierta.

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