El gobierno de Barcelona maniobra para enterrar las irregularidades de la época Colau

Durante los ocho años que Inmaculada Colau –Ada para los amigos– ejerció como alcaldesa de Barcelona, se cometieron una serie de irregularidades, algunas de las cuales han alcanzado los tribunales. Ahora, el alcalde Jaume Collboni –entonces teniente de alcalde– quiere dar carpetazo al asunto y enterrar las denuncias e irregularidades.

Según fuentes municipales, el gobierno municipal está en contactos con los vecinos y con aquellos que han presentado denuncias para que se retiren los recursos abiertos hasta ahora. El objetivo, señalan, es blanquear los dos mandatos de Colau, como si no hubiera pasado nada.

Para el actual consistorio, lo ejecutado por Colau es muy perjudicial de cara al futuro, pues representaría un gasto de cientos de millones de euros en caso de que se revirtiera todo lo ejecutado hasta la fecha. Visto lo visto, Collboni prefiere pactar un final amistoso. Ahora bien, ¿qué tropelías poco honorosas llevó a cabo Colau?

Financiación a entidades afines

En primer lugar, destaca la financiación a entidades afines, que la ayudaron a llegar a la alcaldía de Barcelona, como el Observatorio DESC, la PAH o Enginyeria Sense Fronteres, entre otras. Por no hablar de los cargos de confianza que entraron a formar parte del Ayuntamiento de Barcelona, que provenían de esas entidades afines.

Colau también luchó contra el fondo de inversión Vauras Investment SL, que compró un edificio en la calle Lérida 35 de Barcelona y que acabó siendo un edificio okupa. El fondo abandonó el proyecto, no sin perder la inversión.

Con Jaume Roures y una de sus múltiples empresas intentó construir viviendas de protección oficial. Se le cedió un solar, en Pueblo Nuevo, de 4.340 m2, en 2019, para construir 47 pisos. A día de hoy no ha entrado ni una excavadora. También se le cedió otro en la Ronda Sant Pau, para un número igual de pisos, que tampoco se han empezado a construir.

En su programa electoral, Colau prometió construir 3.500 viviendas. Lo incumplió, pues en ocho años solo llegó a construir 300. Cabe destacar que Roures, a través de Mediapro Cloud, se encargó también de toda la parte de vídeo, comunicación, publicidad y protección informática vinculada con el Ayuntamiento.

A todo esto podemos añadir la decadencia de Barcelona, con una elevada inseguridad, así como el auge de la okupación, los problemas de limpieza, la invasión de ratas, los conflictos de movilidad, el incumplimiento de su programa electoral o la vulneración de los códigos éticos. Y podríamos seguir.

Tres temas centrales

Sin embargo, todo esto parece que al actual consistorio le importa poco. Ya no sólo el alto coste de los contratos incumplidos a Roures, también todo lo demás. El alcalde Collboni quiere dar carpetazo en concreto a tres temas: la Vía Laietana, las multas en la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y la tasa Amazon. ¿En qué consiste todo esto?

Colau intentó que Barcelona fuera una gran zona verde. Recordemos el cambio sufrido por la calle Consell de Cent o las islas por todo el Eixample y Poblenou. Actualmente hay varias sentencias que dan la razón a los vecinos y piden revertir lo hecho, aunque puede ser peor el remedio que la enfermedad. Además, la calle Consell de Cent ha sido declarada por Time Out como la décima mejor del mundo. Con lo cual, estas cosas van a favor del ayuntamiento y poco les preocupa, al menos de momento.

En cualquier caso, las calles de Consell de Cent, Comte Borrell, Girona y Rocafort –en las que los jueces han pedido revertir lo construido– pueden esperar a que baje el suflé y los vecinos se acostumbren. No ocurre lo mismo con la Vía Laietana. Esta calle se construyó, a principios del siglo XX, pensando que sería un eje principal de entrada y salida de vehículos de Barcelona, y la principal vía que acababa en el mar.

Se tiraron casas y desaparecieron calles para darle amplitud. Era, por así decirlo, una vía metropolitana, pero Colau la quiso convertir en una calle de barrio, provocando un efecto embudo y colapsando las calles adyacentes. Sin embargo, la obra está muy avanzada y a pesar de haberse interpuesto denuncias a los tribunales, frenar las obras parece inviable, como también lo es revertirlas.

ZBEs y Tasa Amazon

Luego tenemos las multas en las Zonas de Bajas Emisiones. Estas multas fueron llevadas ante los juzgados: los fallos han dado la razón a los demandantes y no al Consistorio. Se impusieron multas de entre 100 y 499 euros para los vehículos clasificados con L, M1 y N1 y entre 500 y 999 euros a los vehículos M2, N2 y N2. La de mayor importa ascendía a 1.803 euros.

El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Cataluña decretó que el ayuntamiento debía devolver el importe de todas las multas. En mayo de 2024, el Tribunal Supremo ratificó las sentencias dictadas por el TSJ.

Finalmente tenemos la tasa Amazon, que gravaba a esta empresa por el reparto de paquetes a domicilio. El argumento de Colau para imponer la tasa era que Amazon competía en el mismo mercado que los comerciantes de Barcelona y con los mercaderes sedentarios y no sedentarios. Con lo cual, al tener estos una desventaja con respecto a esta empresa, tenían que pagar.

El otro tema es que los comercios barceloneses pagan impuestos y contribuyen al presupuesto municipal y Amazon no. Por eso también debían pagar. El pasado 19 de julio de 2024, no obstante, una sentencia declaraba ilegal la aplicación de esta tasa.

Por todo esto, que da más dolores de cabeza que beneficios, el Consistorio de Jaume Collboni prefiere dar carpetazo a todos estos temas, blanquear los ocho años de Colau y olvidarse de que fue alcaldesa. A pesar de todo ello, no nos debemos olvidar que Collboni era primer teniente de alcalde de Colau y estuvo gobernando con ella.

Por lo tanto, no solo blanquea a la exalcaldesa, sino su actuación como socio necesario y culpable directo o indirecto de todo lo que hemos explicado de la gestión de Ada Colau como alcaldesa de Barcelona.