Metro de Barcelona
La nueva película que sitúa su trama en el metro de Barcelona
El thriller psicológico, que llegará a los cines el 6 de septiembre, desarrolla una historia de terror en una de las paradas de metro de la ciudad barcelonesa
La nueva producción del cineasta Luis Pietro, Estación Rocafort, recibe el nombre de una de las paradas de la Línea 1 de metro de Barcelona.
La película sigue la historia de Laura (Natalia Azahara), tras ser contratada para trabajar por las noches en la estación. Cuando Laura descubre una vieja leyenda que esconde la muerte de varias personas, acude al expolicía Román (Javier Gutiérrez). Ambos descubrirán que los misterios que tienen lugar en la estación maldita no solo amenazan la seguridad de los pasajeros, sino también la de ellos mismos.
Aunque se trate de una película de ficción, son muchas las leyendas que se han creado en torno a la vieja estación.
La historia de la estación Rocafort
La estación se inauguró en 1926 como parte del primer tramo del Metro Transversal de la capital catalana. La desafortunada historia que siguió desde entonces a la estación se ha convertido en el argumento principal de numerosas leyendas urbanas.
Durante la guerra civil española se utilizó como refugio antiaéreo durante los bombardeos que descargaban los aviones alemanes sobre la Gran Vía de Barcelona.
Además, en los años 60 y 70, tras varias renovaciones y modernizaciones, la parada fue testigo de varios accidentes y escenario de un gran número de suicidios que derivaron en rumores e historias sobre apariciones de espíritus y fantasmas en los andenes. De hecho, los propios jefes de estación, cuando cerraban y se quedaban solo en los túneles por la noche, aseguraban oír ruidos o les parecía ver alguna presencia por los monitores de vigilancia.
Años más tarde, incluso, un periodista de lo paranormal, atraído por los misterios de esta estación de metro de Barcelona, bajó al lugar acompañado de una médium que aseguraba haber visto el alma de un niño jugando con una pelota por el andén.
Con todo, la estación de Rocafort, por todo el misterio que la envuelve, es, sin duda, el escenario perfecto de una película de suspense como la que Luis Pietro prepara para sorprender y asustar, aunque sea un poco, a los espectadores.