Salvador Illa define su hoja de ruta en el Monasterio de Poblet: Un lugar cargado de historia y simbolismo
El presidente de la Generalidad de Cataluña elige el emblemático Monasterio de Poblet para marcar el rumbo de su gobierno
El presidente de la Generalidad de Cataluña, Salvador Illa, ha decidido que en septiembre, aunque aún sin fecha concreta, presentará la hoja de ruta de su gobierno en un lugar lleno de historia y simbolismo: el Real Monasterio de Santa María de Poblet. Esta elección no es casualidad; Poblet, ubicado en el término municipal de Vimbodí y Poblet (Tarragona), es un enclave de gran relevancia histórica para Cataluña.
El Monasterio de Poblet, fundado en 1150 por el conde de Barcelona y príncipe de Aragón, Ramón Berenguer IV, es comparable en importancia histórica a El Escorial. Aquí reposan los restos mortales de muchos de los reyes de la Corona de Aragón, entre los siglos XIV y XV. Este lugar fue un centro espiritual y político durante siglos, albergando en su Panteón Real a figuras tan emblemáticas como Alfonso II el Casto, Pedro IV el Ceremonioso y Jaime I el Conquistador, entre otros.
La elección de Poblet por parte de Illa también tiene una fuerte carga simbólica. El monasterio, que sufrió un largo período de abandono y ruina tras la desamortización de Mendizábal en 1835, fue restaurado gracias a la intervención de figuras como Eduardo Toda Güell y Antonio Gaudí. Esta restauración no solo salvó el edificio, sino que también devolvió a Poblet su estatus como un símbolo de la religiosidad y la historia catalanas. En 1921, Alfonso XIII lo declaró monumento nacional, y los monjes volvieron en 1940, devolviendo la vida espiritual al monasterio.
Además, Poblet guarda otro vínculo significativo para Illa: el archivo personal de Josep Tarradellas, el presidente que restauró la Generalidad tras la dictadura, se encuentra aquí. Tarradellas no solo depositó su archivo en Poblet, sino que también estableció una conexión especial con los monjes del monasterio. Este legado se convierte en un símbolo de continuidad entre la recuperación de las instituciones catalanas y el actual gobierno de Illa.
No es menos importante mencionar que entre los archivos del monasterio también se encuentra el legado de Romà Planas Miró, mentor político de Illa y secretario personal de Tarradellas en el exilio. Este archivo es un testimonio del vínculo entre los momentos cruciales de la historia política catalana y el actual liderazgo de Illa.
Finalmente, el medallón con el que Illa fue investido como presidente de la Generalidad también tiene un fuerte simbolismo. Diseñado por Ventura Gassol para Francesc Macià y recuperado por Tarradellas, se ha convertido en un símbolo de la continuidad institucional en Cataluña. El hecho de que Illa decida iniciar su nuevo curso político en Poblet subraya su intención de anclar su gobierno en la rica tradición histórica y simbólica de Cataluña.
El monasterio de Poblet, por tanto, no es solo un escenario para la presentación de un plan de gobierno, sino un lugar donde se entrelazan pasado, presente y futuro, reforzando la legitimidad histórica del liderazgo de Salvador Illa en Cataluña.