Cataluña
El buque escuela Juan Sebastián de Elcano arrasa en Barcelona: agota las entradas en «pocas horas»
Más de 9.000 personas visitarán la embarcación
Entre 9.000 y 10.000 personas visitarán el Juan Sebastián de Elcano en Barcelona, que se encuentra en la capital catalana desde el pasado 7 de septiembre, y permanecerá hasta el día 14. Y ya es imposible conseguir cita para poder ver el buque escuela de la Armada. De hecho, «en pocas horas» se agotaron las entradas disponibles, que eran 8.300. Así lo ha asegurado el capitán de navío y comandante del buque, Luis Carreras-Presas.
Una vez más, Barcelona ha respondido y se ha volcado con el Juan Sebastián de Elcano, lo que no sorprende al comandante, porque «es muy querido en todos los sitios a los que va. En las ciudades españolas más si cabe, pero también en otros países y lugares». En concreto, el buque estuvo por primera vez en la capital catalana en 1929, y esta es la undécima visita.
Desde la Armada, y a diferencia de lo que ocurrió en la anterior visita, en 2022, ya han advertido que no se van a poder ampliar las horas para que los ciudadanos puedan ver el barco. Y es que, en esta ocasión, no hay Guardamarinas a bordo. Lo que sí ha destacado el comandante es que el ambiente que se vive cuando la gente va al buque es «impresionante» y «viene con una ilusión, que da gusto verlos. Es muy motivador para nosotros. Nos organizamos para recibirlos y lo hacemos con alegría porque refuerza ver la motivación con la que la gente viene a ver este buque escuela que es tan conocido».
Y si el Juan Sebastián de Elcano está en Barcelona es porque se pretende «apoyar a la ciudad y contribuir, si cabe, a darle más visibilidad a la Copa América de Vela», según Luis Carreras – Presas, quien ha destacado que la vela es muy importante para la Armada «porque vivimos en la mar, navegamos, formamos gente para navegar, para defender a España en y desde la mar. El contacto con la mar en los buques de vela es muy inmediato».
Y el Elcano añadía, «es un ejemplo de ello. Tener un buque escuela, que es un gran velero, que hace navegación tradicional, maniobra prácticamente a mano, un aparejo de 20 velas, navegación astronómica tradicional, es una muestra de la importancia que le da la Armada»
Y en el campo de regatas estuvo el día 7 el buque escuela, junto a otros veleros clásicos de la regata Puig. Y ahí volverá, antes de abandonar Barcelona el 14 de septiembre, ya para prepararse para el próximo crucero, el que hará número 97. En esta ocasión contará con la presencia de la Princesa de Asturias. Pero para el comandante, más allá de esta cuestión, «todos los cruceros son especiales porque los que venimos, cada crucero es una experiencia de vida impagable».
Y apostillaba: «este par de años que estoy yo al mando del barco me parece que los dos cruceros son tremendamente especiales para mí y para mi familia, que lo comparte conmigo y cada año es especial para los guardiamarinas que vienen. Llevamos 97 años en Elcano y hay pocas estridencias o cosas especiales. Cada año hace un crucero de instrucción y siempre sale bien».
Coincide con la Diada
Se da la circunstancia, además, de que este año la visita del buque escuela de la Armada coincida con la Diada. Preguntado por esta cuestión, Luis Carreras Presas ha dejado claro que las fechas se buscaron para intentar optimizar la presencia en el campo de regatas y además, «es el barco de todos los españoles. Todo el que quiera venir hacemos visitas al público en general, a asociaciones, a grupos... En fin, todo el mundo es bienvenido a bordo del Juan Sebastián de Elcano».
Precisamente este miércoles el horario de visita es el más extenso, desde las nueve de la mañana hasta la una del mediodía, y de dos a ocho de la tarde. Y solo para los ciudadanos que hayan podido reservar una cita. También se han organizado visitas para grupos, como las de este martes, para los niños del hospital Sant Joan de Déu de Barcelona que, además, desayunaron en la cubierta. Fue toda una experiencia para algunos de ellos, que podían jugar «a piratas».
También se han acercado ciudadanos que no habían podido conseguir la visita. «A ver si cuela», nos decía Juan, que ha intentado convencer a un veterano para que les dejara acceder, Pero «no ha habido manera, no ha funcionado». Él y Pedro decían sentirse un poco «frustrados», porque no han podido subir a bordo y ya no saben si podrán volver a tener la oportunidad «antes de estirar la pata, porque ya nos queda poco».
Tanto ellos, como el matrimonio formado por Silvia y Joan, se mostraban contrariados porque se había dado poca publicidad, no a la llegada del Juan Sebastián de Elcano, pero sí a cómo se podían reservar esas entradas para visitar el buque. «Cuando nos enteramos ya nos salía el mensaje de que todo estaba agotado», dice Pedro, mientras que según Silvia, el enlace habilitado para hacer ese reserva «ya no está ni operativo».
Al menos, dicen, ha podido ver «de cerca» el barco y, de paso, llevarse algunso recuerdos, como un par de pulseras con la silueta del Elcano y la bandera de España, una gorra y un polo.
Juan es la otra cara de la moneda. Él sí ha podido visitar el buque y dice estar «impresionado», porque «es como si viajaras en el tiempo. Le ha llamado mucho la atención la mezcla de elementos «antiguos, como el timón, junto a un radar moderno, pero que está en un armario que puede tener cien años», nos comenta.
Un «subidón importante»
Y Luis y María, veinteañeros, dice que han salido con un «subidón importante». Y consideran que es muy «bueno» que el Ejército, la Armada, en este caso, se «abra a la gente para explicar lo que están haciendo». Y en el caso concreto de Cataluña, «pues que se vean que también están aquí, que el Ejército es de todos», apostilla Juan Carlos, que estaba acompañado por sus dos hijos pequeños, que decían estar «superemocionados» porque «iban a subir a un barco como el de las películas».
Este jueves, el horario para ver el Juan Sebastián de Elcano ya se reduce, u poco más, será de dos a ocho de la tarde; y el viernes, solo se podrá visitar entre las dos y las cuatro de la tarde. Pero la Armada apuesta este año fuerte por Barcelona, porque el octubre, recalará en la capital catalana el Juan Carlos I.