El ´apóstol de Internet´ Carlo Acutis llega a Barcelona: «Tiene una fuerza tremenda»

La basílica de la Mare de Déu de la Mercè se ha convertido en la primera iglesia de Barcelona con una talla de Carlo Acutis, el joven italiano beatificado en 2020 por el papa Francisco y que próximamente será canonizado, tras aprobarse un segundo milagro atribuido a su intercesión.

La imagen –una talla de madera que representa al beato Acutis con su indumentaria característica, con un polo granate, tejanos y un móvil en la mano– se bendecirá este sábado 21 de septiembre. Será en una ceremonia presidida por el obispo auxiliar de Barcelona, Javier Vilanova, que tendrá lugar a las 19,15 horas. Antes, la basílica acogerá una proyección del documental El cielo no puede esperar, dirigido por José María Zavala.

La imagen del beato se colocará primero junto al altar mayor, posteriormente en una de las capillas laterales de la basílica y finalmente en la capilla de adoración perpetua. «A veces los jóvenes piensan que los santos son cosa de otra época, y por eso Carlo Acutis tiene una fuerza tremenda», explica el rector del templo, Fermín Delgado, al semanario Catalunya Cristiana.

Lugar de encuentro de los jóvenes

«Cada vez son más los jóvenes que vienen a misa», añade Delgado, que tiene el deseo de que la nueva imagen contribuya «aún más» a hacer de su basílica un lugar de encuentro de los jóvenes con Dios, «de la mano de la Madre de Dios de la Mercè». Mònica Padrol, miembro del consejo de Pastoral y Economía de la Basílica, relata al citado semanario que la imagen viene desde Fátima, y que la encontraron allí en una tienda de arte religioso durante una peregrinación.

Carlo Acutis falleció en 2006 cuando apenas tenía 15 años, a causa de una agresiva leucemia, y su proceso de canonización es uno de los más rápidos que se recuerdan en tiempos recientes. Celebrado como el primer beato «milenial», y el primer nativo digital, era un enamorado de la Eucaristía, y dedicaba mucho tiempo a evangelizar y documentar milagros eucarísticos en internet.

Acutis fue también heredero del espíritu de san Francisco de Asís, y pasó largas temporadas en el pueblo natal del «juglar de Dios», aprendiendo el espíritu de amor a los más pobres y necesitados de los franciscanos. En palabras del papa Francisco, «su testimonio indica a los jóvenes de hoy que la verdadera felicidad se encuentra poniendo a Dios en primer lugar y sirviéndole en nuestros hermanos, especialmente en los más pequeños».