El sacerdote mercedario Fermín Delgado, párroco de la basílica de la MercèG. Altarriba

Entrevista

El párroco de la Mercè, tras la retirada de la misa: «Tal vez recibamos a las autoridades tocando a muertos»

El padre Delgado achaca al entorno de Colau la presión para eliminar la referencia a la Eucaristía del programa de las fiestas

La polémica por la inclusión y posterior retirada de la tradicional misa de la Mercè en el programa oficial de la fiesta mayor de Barcelona ha enervado a no pocos vecinos. Dentro de los muros de la basílica que custodia la imagen de la Virgen de la Merced, «princesa de Barcelona» y co-patrona de la ciudad, el ambiente es de resignación.

«El pasado lunes discutí con un miembro del gobierno municipal», reconoce el párroco de la Mercè, el sacerdote mercedario Fermín Delgado, que atiende a El Debate para explicar su postura ante la polémica y recordar el profundo vínculo entre la Virgen, la fiesta y la ciudad. «Barcelona no se entiende sin la Merced», asegura.

–¿Cómo le sentó el amago del Ayuntamiento de incluir la misa en el programa oficial de las fiestas, y su posterior rectificación?

–Bueno, vamos a ubicarnos en el tiempo, porque esto empezó en 2015. Entonces, la señora Ada Colau hizo algo muy propio de la izquierda, que practica una política de hechos consumados. En contra de la tradición, del sentir de la gente y del significado profundo de las cosas, decidió que la misa ya no iba a salir en el programa de la Mercè, como había sido hasta entonces. La gente al principio protestó, pero luego se asumió.

–Ada Colau ya no es alcaldesa de Barcelona…

–Claro, daba la sensación de que, sin Colau, el «coco» se había ido. Con el nuevo gobierno socialista hablamos de que la misa estuviera en el calendario oficial de las fiestas, y nos dijeron que esa era su intención, pero que era «pronto» y que no querían hacer «cambios bruscos». El alcalde, Jaume Collboni, hizo un amago, pero imagino que sus socios de la izquierda radical le amenazaron con que, si cambiaba esto, le iban a hacer la vida difícil en otras cosas. Y Collboni dio marcha atrás.

El ejército de Colau en el Ayuntamiento amenazó al alcalde con hacerle la vida difícil si lo cambiaba

–Él dice que fue un «error técnico» y que el objetivo es que la celebración sea «popular y laica».

–Sí, pero eso no está en ningún lugar de nuestra Constitución ni del ordenamiento jurídico. Nuestro país no es laico, sino aconfesional: eso significa que tienen que respetar las tradiciones religiosas. Además, en la web del Ayuntamiento de Barcelona sí aparecen las fiestas de otras religiones, pero ¡ah! Cuando toca la cosa católica, sale la laicidad... ¡si la Mercè es una fiesta que jamás de la vida ha sido laica!

–Explíqueme esto.

–El Consell de Cent instauró la Virgen de la Merced como patrona de la ciudad en 1687, aunque el Papa lo reconoció canónicamente en 1868. En 1687, Barcelona pasaba una etapa de guerras, sequía, peste… y, como colofón, apareció una misteriosa plaga de langostas que arrasó con lo poco que quedaba. Los barceloneses vieron cómo caía un rayo sobre el convento de la Merced, y lo vieron como una señal: sacaron la mare de Déu en procesión y se puso a llover.

–No hace tanto vimos algo parecido con el Cristo de la Sangre.

–Sí, el del Pi. Bueno, pues con la lluvia se limpió todo, los campos volvieron a crecer... y el Consell de Cent la nombró patrona de la ciudad. En 1868 el papa Pío IX proclama a la Virgen de la Merced patrona canónica de Barcelona. Pero esto viene de antes, se retrotrae hasta la Edad Media, cuando san Pedro Nolasco fundó la Orden de santa Eulalia para la redención de los cautivos, en 1218.

Aparición de la Virgen de la Merced a San Pedro Nolasco, de Alonso del ArcoWikimedia

–¿Quién era san Pedro Nolasco?

–Era un comerciante barcelonés, muy vinculado al cabildo de la catedral. Un día, le dieron dinero para ir a Valencia a comprar la libertad de unos cautivos, y él quedó muy conmocionado de ver cómo se trataba a los esclavos en territorio musulmán. Pensó que tenía que hacer algo, y en 1218 el obispo y el rey Jaime I apoyaron la fundación de la orden: hasta la abolición de la esclavitud, en el siglo XVIII, los mercadarios lograron redimir a unos 90.000 cautivos.

–Todo ello con origen en Barcelona…

–La Virgen de la Merced siempre ha sido un maravilloso mensaje de lo que era la Barcelona medieval en cuestión de sensibilidad y respeto por los derechos humanos: que en el siglo XIII hubiera una orden que sin ningún tipo de interés económico se dedicase a considerar a los cautivos como seres humanos, con su dignidad, habla muy bien de Barcelona.

Me resulta de idiotas que haya políticos que no saquen partido del vínculo de Barcelona y la Merced

De hecho, el escudo mercedario incluye las cuatro barras de la Corona de Aragón y la cruz del obispado de Barcelona: allí donde hay un convento mercedario, en los cinco continentes, está Barcelona. Me resulta de idiotas -y lo digo así- que haya políticos que no saquen partido de esto y que no quieran vivirlo con orgullo y que la gente conozca la historia de la fiesta.

–Hoy en día los mercedarios siguen atendiendo a cautivos, atendiendo la pastoral en varias prisiones.

–Sí, ya desde antes de la guerra civil española. El padre José Reñé era un gran apóstol de las cárceles, y tras la guerra el padre Bienvenido Lahoz quiso actualizar nuestro carisma. En aquel momento, la presencia de los mercedarios en las cárceles fue importante, incluso para salvar la vida de mucha gente.

Pero también estamos en países con cárceles que hacen que las de aquí parezcan hoteles, y tenemos parroquias y comunidades en barrios pobres para evitar que la juventud caiga en el delito. Tenemos programas de apadrinamiento, y en Centroamérica protegemos a chavales que son amenazados o secuestrados por no querer formar parte de las maras.

–Volviendo al inicio, este año la misa finalmente no estará en el programa de las fiestas, ¿y el año que viene?

–Seguiremos insistiendo. Mira, a lo mejor cuando el próximo martes entren las autoridades a la iglesia pondremos toque de muertos. Es posible. Tal vez no sepan distinguir el toque de campanas, pero algo notarán, como que otros años había más alegría.

Actos litúrgicos en la basílica

El calendario litúrgico de la fiesta de la Mercè comenzó el pasado domingo 15 de septiembre, con la tradicional procesión hasta la catedral. Estos días se reza cada tarde la novena de la Mercè –cada día predica un sacerdote distinto, invitado–, y estas son las otras fechas destacadas de esta semana y la siguiente:

19 de septiembre - Fiesta de santa María de Cervelló, fundadora de las religiosas mercedarias. Está enterrada en la basílica, y durante su fiesta se abrirá el sarcófago para que los asistentes puedan venerar sus reliquias.

21 de septiembre - Bendición de la imagen del beato Carlos Acutis, a cargo del obispo auxiliar de Barcelona, Javier Vilanova, que también oficiará la misa. Será a las 19,15 horas, pero antes se proyectará el documental El cielo no puede esperar. «Queremos proponer a la juventud que la santidad no es solo cosa de gente vieja o con hábito religioso: también puede ser santo un chaval con tejanos, bambas, mochila y móvil», señala el párroco.

23 de septiembre - Misa de la Hermandad de la Mercè.

24 septiembre - Nuestra Señora de la Mercè. «La fiesta grande, tenemos misas desde la mañana hasta la noche», desde primera hora de la mañana. La misa de las autoridades –a la que solo se puede acudir con invitación– tendrá lugar a las 10,30h.