El líder de Vox en Barcelona, Gonzalo de Oro, presenta la campaña para reivindicar la Mercè más tradicionalVox

Cataluña

Vox busca recuperar la auténtica fiesta de la Mercè: «Se ha vuelto un parque de atracciones de delincuentes»

También reivindica una Fiesta de la Mercè tradicional y familiar frente a la imposición de culturas extranjeras

Vox quiere poner en valor las tradiciones de Barcelona y de la Fiesta Mayor de la Mercè, reivindicando la imagen de la Virgen con un cartel que lleva como lema: «Para que la Mercè vuelve a ser la Mercè». Según denuncia la formación, durante los últimos años, los gobiernos municipales de izquierdas han «desvirtuado» fiesta «escondiendo siempre el verdadero sentido de esta celebración de origen católico, eliminando la misa del programa oficial de fiestas, omitiendo también la historia y tradición original de la celebración».

Y es que la campaña va acompañada de un vídeo en el que se pregunta a los barceloneses si conocen a nuestra señora de la Mercè, que es la patrona de Barcelona. Algunos de ellos no la reconocen; hay quienes la confunden con la Moreneta, y solo uno de los encuestados sabe acertar y reconoce a la virgen de la Mercè a la primera. También se les pregunta si saben qué se celebra el 24 de septiembre. Hay quienes aseguran que «no tengo ni idea, es algo de aquí, supongo», otros apuntan a «la Diada», y dos personas sí aciertan.

De ahí que Vox reivindique «una Mercè tradicional, familiar y segura frente la imposición de culturas extranjeras por parte de los gobiernos municipales de los alcaldes Collboni y Colau», en palabras del líder de la formación en el Ayuntamiento, Gonzalo de Oro, que también ha prometido que con Vox en la alcadía, «la Misa volvería al programa oficial y la ciudad invitada sería una coherente con nuestras tradiciones».

De Oro recuerda que el Ayuntamiento de Barcelona informa «ampliamente» sobre otras fiestas religiosas, como es el caso del Ramadán, «llegando a incluir información y contenidos sobre los pilares del Islam, el ayuno y la programación de los centros de oración musulmanes que hay en los distritos de la ciudad».

Y, en esta línea, considera que «Casablanca no puede ser la ciudad invitada por Barcelona en la Mercè, ya que pertenece a Marruecos, un país en el que no se respetan los derechos humanos, ni las libertades de las personas». Por este motivo, pide al alcalde, a Jaume Collboni, que traslade a las autoridades marroquís invitadas a la Mercè, la «preocupación» que tienen «muchos ciudadanos por la falta de control de las fronteras de Marruecos con España, para impedir que miles de personas crucen las fronteras de forma ilegal».

Pero Gonzalo de Oro también defiende que las fiestas sean «seguras», porque gracias a los últimos gobiernos municipales de Colau y el PSC, se han acabado convirtiendo en «un parque de atracciones para delincuentes y promoción de culturas y tradiciones extranjeras, como el islam, que son incompatibles con los valores occidentales, nuestra identidad y forma de vida».

Por este motivo, pide a las administraciones a que trabajen «sin complejos» para mejorar la seguridad en Barcelona, dotando de más agentes a la policía, y de más medios a la Justicia, para que la capital catalana deje de ser «la capital de los multirreincidentes y los apuñalamientos».