Fundación Arrels

Sociedad

Placas de honor para recordar a las personas sin hogar fallecidas en Barcelona

Arrels Fundació instalará placas conmemorativas para más de 500 personas sin hogar fallecidas en los últimos años, visibilizando una realidad dolorosa y olvidada

La Fundación Arrels ha anunciado una emotiva iniciativa que busca honrar la memoria de más de 500 personas sin hogar que han fallecido en las calles de Barcelona durante los últimos nueve años. Entre el 21 y el 29 de octubre, miembros de la fundación, junto a escolares, entidades, empresas y ciudadanos voluntarios, recorrerán diversos puntos de la ciudad para colocar placas conmemorativas en los lugares donde estas personas solían dormir o frecuentar habitualmente.

Cada placa de cartón incluirá el nombre, la edad y la fecha de fallecimiento de la persona, y será colocada en el espacio donde vivió sus últimos días, en un esfuerzo por no dejar que estas muertes caigan en el olvido. Según Arrels Fundació, esta acción busca dar visibilidad a una realidad muchas veces ignorada: la extrema vulnerabilidad que implica vivir en la calle, expuesto a situaciones de precariedad, violencia y falta de acceso a servicios básicos como la atención sanitaria.

Entre las personas que se recordarán están historias como las de Susan, Eugen y Claudio. Susan, de 51 años, vivía en las calles del barrio del Raval y, aunque rechazó ofertas de alojamiento, encontraba en la conversación y en pequeños gestos de compañía su refugio. Eugen, de 60 años, era inseparable de su perro Pattua, y fue el primer residente en la Llar Pere Barnés con una mascota. Claudio, también de 60 años, perdió la capacidad de hablar, pero era un hombre conocido y querido en el centro, donde participaba activamente en las actividades y celebraciones.

El acto culminará el miércoles 30 de octubre con una ceremonia en la Plaza de la Catedral, donde se recordará a las personas que han fallecido en el último año. Arrels Fundació invita a la ciudadanía a participar y sumarse a la campaña #ningúsenserecord, cuyo objetivo es que estas personas no queden en el anonimato y que la sociedad reflexione sobre las duras condiciones que enfrentan quienes no tienen hogar.

El gesto de colocar las placas es un recordatorio para todos de que vivir en la calle supone enfrentarse a la violación de derechos, a riesgos constantes y a condiciones de vida que no permiten un cuidado adecuado de la salud. Además de las inclemencias del clima, las personas sin hogar están sometidas a la invisibilidad y a la indiferencia social.

Desde Arrels Fundació insisten en la importancia de acompañar a las personas sin hogar hasta el final de sus vidas, y en los casos en que el fallecimiento es previsible, la fundación sigue apoyando en los hospitales, durante el adiós y en el entierro, asegurando que no se marchen solos.