La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS

Política

Montero pide en Barcelona dar «una oportunidad al diálogo» para discutir la baja flexible

Reitera que la negativa del PP a ampliar el objetivo de déficit es una «pataleta»

La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha hecho un llamamiento a abrir un espacio de diálogo para debatir la propuesta de baja flexible anunciada por el Ejecutivo. En declaraciones este viernes en Cerdañola del Vallès, antes de su visita al centro tecnológico Eurecat, Montero ha subrayado la importancia de tratar este asunto con profundidad y ha mostrado su sorpresa ante la negativa de algunos sectores a debatirlo antes de evaluar adecuadamente la situación.

Montero ha señalado que esta cuestión debe ser abordada en el marco del diálogo social antes de llegar al Congreso, y ha destacado que la tecnología actual permite que las condiciones de alta o baja laboral no sean absolutas.

Propone que, de manera voluntaria, los trabajadores puedan compatibilizar su empleo con la atención médica en días alternos. Como referencia, ha mencionado el acuerdo que permite compatibilizar la jubilación con seguir trabajando, asegurando que, en todo momento, se garantizará la salud de los trabajadores.

En cuanto a las negociaciones sobre el objetivo de déficit con Junts, la ministra ha criticado la actitud del PP, calificándola de «incomprensible». Montero ha reiterado que la negativa del partido de Feijóo a aumentar el techo de déficit es una «pataleta», pidiendo que reconsideren su postura. Ha subrayado que no tiene sentido que las comunidades autónomas gobernadas por el PP pidan más recursos mientras que su propio partido se opone a medidas que les permitirían tener más capacidad financiera.

Sobre la reforma de la Ley Mordaza, Montero ha señalado que se eliminarán aspectos que restringían la libertad de expresión y dificultaban los derechos de asociación y manifestación.

También ha destacado que es necesario encontrar un equilibrio entre la seguridad y el derecho de los ciudadanos a manifestarse, indicando que el proceso de reforma aún requiere mucho diálogo y debate.