Imagen de archivo de un cementerioEFE

Nueva información sobre las irregularidades en el cementerio de Sant Vicenç de Montalt

Recientemente, un artículo de La Vanguardia relataba las dificultades de una familia de Sant Vicenç de Montalt para enterrar a su padre, después de que el nicho familiar que poseían desde 1998 estuviera ocupado por un ataúd desconocido. El medio afirmaba que el incidente había obligado a la familia a incinerar al difunto debido a la imposibilidad de darle sepultura en el nicho adquirido, lo que generó una gran indignación y frustración por parte de los afectados.

Sin embargo, tras una consulta realizada por El Debate a fuentes municipales del Ayuntamiento de Sant Vicenç de Montalt, se han apuntado a varios puntos de la información publicada.

Según las declaraciones proporcionadas por el Ayuntamiento, la familia no se vio obligada a incinerar al fallecido por la ocupación del nicho, como afirmó La Vanguardia, sino que la cremación ya estaba prevista desde un inicio, mucho antes de que surgiera el problema con el nicho. «El difunto fue incinerado previamente, y el problema surgió cuando la funeraria abrió el nicho para depositar las cenizas, encontrando un ataúd en su interior», explicaron las fuentes municipales.

El origen del conflicto se remonta previo a la transferencia de la gestión del cementerio, que pasó de manos de la Iglesia al Ayuntamiento hace más de dos décadas. En los documentos proporcionados por la parroquia en ese momento, el nicho adquirido por la familia aparecía como vacío. No obstante, al intentar depositar las cenizas, la funeraria descubrió un ataúd dentro del nicho, que según los registros pertenece a Ramon Freginals Solà, fallecido en 1933. Este error, según el Ayuntamiento, podría haberse originado durante el traspaso de la titularidad del cementerio entre Iglesia e Iglesia, entre Iglesia y Ayuntamiento o inclusive antes, aunque se sigue investigando para esclarecer los hechos.

Ante esta situación, el Ayuntamiento ofreció de inmediato a la familia una alternativa provisional para depositar las cenizas en otro lugar mientras se resolvía el error administrativo. Sin embargo, la familia prefirió esperar hasta que se pudiera solucionar el problema en su totalidad. Finalmente, tras los trámites necesarios, el Ayuntamiento retiró los restos del ataúd y permitió que la familia colocara las cenizas en el nicho que les corresponde. Este proceso se completó en menos de una semana desde el descubrimiento del problema.

El alcalde de Sant Vicenç de Montalt, Javier Sandoval, quien ya había pedido disculpas públicamente por el malentendido, recibió personalmente a la familia en el Ayuntamiento para tratar el tema. Durante la reunión, estuvo acompañado por el abogado municipal y la técnica responsable de la gestión del cementerio. Según las fuentes municipales, desde el primer momento, tanto el Ayuntamiento como la funeraria intentaron solucionar el incidente de la manera más rápida y eficaz posible, asegurando que las cenizas ya reposan en el nicho familiar desde hace días.

En relación con las declaraciones de La Vanguardia sobre posibles irregularidades en la gestión de otros nichos, el Ayuntamiento ha confirmado que, como medida preventiva, se está llevando a cabo una revisión exhaustiva de los nichos que figuran como vacíos en los registros, para garantizar que no haya más errores similares.

Fuentes municipales aseguran que, tras el incidente, ya se ha iniciado un proceso de verificación para evitar que estas situaciones se repitan en el futuro.