El Poblenou conserva la puerta de un garaje histórico: contraste entre pasado y presente

Ciudad

La puerta de un barrio de Barcelona que resiste y conecta el presente con el pasado de la ciudad

El Garaje Saladrigas es un testigo de la transformación del antaño industrial barrio del Poblenou

En una tranquila esquina de la calle Ebre, en el barrio de Poblenou, destaca una antigua puerta de garaje que parece un vestigio del pasado. Este acceso, con letras mayúsculas rojas y negras que anuncian «Garaje Saladrigas», era la entrada peatonal de un aparcamiento que existió en el número 4-6 del pasaje Saladrigas, construido sobre los terrenos donde en su día se erigió una fábrica textil.

Este garaje, que cerró en 2017 y fue demolido en 2019, ha dado paso a un moderno complejo residencial de 37 viviendas. Aun así, la puerta sigue en pie como un recuerdo del pasado industrial de Poblenou. Desde los balcones y ventanas de los edificios que rodean el espacio, es fácil imaginar la intensa actividad que antaño se desarrollaba en esta zona, conocida como el «Manchester catalán».

El terreno sobre el que se construyó el garaje perteneció a Rafael Saladrigas, quien estableció aquí su primera fábrica de blanqueo de tejidos. A pesar de un incendio en 1883, que forzó el traslado de la producción a una nueva ubicación cercana, la familia Saladrigas dejó una huella importante en la historia industrial del barrio.

Gracias a la movilización vecinal, en 1998 se protegió parte de este patrimonio, y hoy el edificio principal de la antigua fábrica alberga un centro cívico y una biblioteca, integrándose en la vida moderna del barrio sin olvidar su pasado.