Sede de la Audiencia Provincial de Barcelona, en una imagen de archivoDAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS

Tribunales

Piden 20 años de cárcel para el acusado de maltratar y violar a su pareja a punta de cuchillo en Granollers

La Fiscalía pide 15 años por agresión sexual, uno por coacciones, tres por violencia habitual en el ámbito familiar y uno por maltrato

La Fiscalía pide 20 años de prisión para el hombre acusado de maltratar reiteradamente a la mujer que fue su pareja durante cuatro años, y de amenazarla de muerte con un cuchillo para obligarla a tener relaciones sexuales en una ocasión.

En el juicio, que se está celebrando en Barcelona, los relatos del acusado y la víctima no coinciden. Según él, ambos se conocieron en Sudáfrica en 2016, país de origen de ella, y en 2018 decidieron mudarse a España de mutuo acuerdo. Él viajó primero para arreglar los papeles y ella y su hija, después, según recoge Europa Press.

El acusado ha asegurado que se hicieron pareja de hecho, que ella consiguió un trabajo como camarera y que la relación de pareja era «formidable», pero que cuando les informaron de que la documentación de la menor iba a demorarse un año debido a la traducción de un documento, las cosas comenzaron a cambiar «radicalmente».

Por su parte, la víctima, que ha declarado a puerta cerrada, ha explicado que los malos tratos comenzaron en Sudáfrica, que ella ya solicitó allí una orden de alejamiento y que en España continuaron, vinculados a que él consumía drogas.

El fin de la relación

Él ha asegurado que la relación fue buena hasta que, en julio de 2020, la denunciante le comunicó que la relación se había terminado: «Me reunió en casa y me dijo que se le había ido el amor, que ya no me quería. Me quedé helado». También ha dicho que al decirle que disolvería el estatus de pareja de hecho y la daría de baja en el padrón, ella le respondió que lo denunciaría por malos tratos.

El acusado, que sólo ha respondido a su abogada, ha negado que la maltratara, que obligara a su pareja a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad, ni que la amenazase con un cuchillo. También ha negado que la controlara o que la encerrara con llave en casa. Para probarlo, ha entregado un vídeo de la Navidad de 2020 en el que aparece él regalándole una guitarra a ella, que coge su regalo emocionada.

Unos vídeos que para el fiscal, Félix Martín, no tienen ningún valor probatorio, pues «hasta el más perverso maltratador tendrá momentos de comportarse como un ciudadano ejemplar».

Amenazas con un cuchillo

Uno de los puntos cruciales del juicio es el de la noche de verano de 2020 en el que, según la denunciante, él la obligó a punta de cuchillo a mantener relaciones sexuales. Según él, esto no ocurrió: dice que bebió «hasta perder la conciencia» y se fue a dormir. Cuando despertó, ella no estaba en casa, y dice que recibió una llamada de su hermano preguntándole si la había agredido sexualmente, a lo que él dijo que no.

Según el escrito de la Fiscalía, la versión de la mujer es que ella se fue a dormir tras beber alcohol, y que él la despertó bruscamente quitándole la manta. La cogió del brazo y la arrastró hasta el salón, donde la tiró al suelo y, sujetando un cuchillo de grandes dimensiones, la amenazó hasta conseguir tener sexo con ella diciendo: «Como grites te mato, de verdad que hoy te mato, hoy por mis muertos no duermes».

Después, ella escapó por una ventana, porque él había cerrado la puerta con llave y fue al llegar a la estación de tren de Mataró desde donde llamó a los familiares de él para que la ayudaran. Este relato encaja con el testimonio prestado por el hermano del acusado y su cuñada, que en la vista oral han coincidido en que fueron a recogerla a la estación de tren de Mataró.

Estos dicen que estaba bajo los efectos del alcohol, «muy nerviosa y vomitada», y decía que había sido víctima de una agresión sexual, aunque no quiso ir al médico ni denunciar y al día siguiente regresó a casa junto a su pareja.

La huida

Aproximadamente ocho meses después, el 4 de marzo de 2021, finalizada ya la relación, supuestamente se produjo otro episodio violento: la víctima y el procesado quedaron en Granollers para que ella recogiese sus pertenencias en una segunda residencia ubicada en Sant Pol de Mar (Barcelona), pero en el trayecto en coche, según el relato de la denunciante, él la golpeó en la cara y en la cabeza por lo que huyó hasta la comisaría de la Policía Local y pidió auxilio.

El agente que la atendió, que ha declarado en calidad de testigo, ha relatado que ella llegó entre «lloros, muy acelerada, muy asustada», mientras que el médico forense que emitió un informe de lesiones ha corroborado que tenía una contusión craneal compatible con la agresión descrita.

La Fiscalía ha pedido que se condene al acusado a 20 años de cárcel: 15 por el delito de agresión sexual, uno por coacciones, 3 por violencia habitual en el ámbito familiar y uno por maltrato, y que la indemnice con 160 euros.

En la misma línea, la acusación particular ha subrayado que los marcadores de riesgo de los Mossos d'Esquadra, tras tomarle declaración en fase de instrucción, apreciaron una situación objetiva de riesgo por lo que se le dio una orden de alejamiento que se ha mantenido a lo largo de estos años y hasta la presente fecha del juicio.

Por su parte, la defensa ha acusado a la víctima de tener un interés y de querer mantener su estatus de pareja de hecho con el procesado.